Corea del Norte dijo el martes que no hubo nuevas muertes entre los pacientes con fiebre en el país, la primera vez desde que detectó un brote de COVID-19 hace casi dos semanas, y agregó que estaba viendo una tendencia descendente «estable» en los casos relacionados con la pandemia.
La ola de COVID-19, que Corea del Norte declaró por primera vez el 12 de mayo, ha alimentado las preocupaciones sobre la falta de vacunas, la infraestructura médica inadecuada y una posible crisis alimentaria en el país de 25 millones de habitantes.
Pero Corea del Norte dijo que estaba informando «éxitos» en la detención de la propagación del virus, y que no se habían reportado nuevas muertes por fiebre hasta el lunes por la noche a pesar de agregar 134.510 nuevos pacientes.
Marcó el tercer día consecutivo en que la cifra diaria se mantuvo por debajo de los 200.000 y la primera vez que el Norte no reporta nuevas muertes desde que anunció el número de pacientes con fiebre diarios, según la agencia oficial de noticias KCNA.
«A través de una combinación de pruebas inadecuadas, desincentivos en los niveles administrativos más bajos para informar brotes graves, casos, muertes y cualquier motivación política que puedan albergar los niveles más altos, tenemos estadísticas que son esencialmente tonterías», Christopher Green, especialista en Corea de la Universidad de Leiden. en los Países Bajos, escribió en Twitter.
Corea del Norte ha dicho que las autoridades estaban distribuyendo alimentos y medicinas en todo el país, con médicos militares desplegados para ayudar a distribuir medicamentos y realizar exámenes de salud.