El presidente estadounidense dijo que incluir a Finlandia y Suecia “hará que la OTAN sea más fuerte
El presidente Joe Biden dio el jueves su “fuerte apoyo” a las solicitudes de ingreso en la OTAN de Finlandia y Suecia. Insistió en que la continua expansión de la alianza “no es una amenaza para ninguna nación”, un punto que Rusia cuestiona.
Hablando junto al presidente finlandés Sauli Niinisto y la primera ministra sueca Magdalena Andersson en la Casa Blanca, Biden anunció que presentaría un informe al Congreso instando a los legisladores a dar luz verde a la inclusión de las dos naciones nórdicas en la alianza de la OTAN. Suecia y Finlandia solicitaron formalmente la admisión al bloque militar liderado por Estados Unidos el miércoles.
“Suecia y Finlandia ya se encuentran entre nuestros socios más cercanos en una variedad de temas”, declaró Biden. «Hoy me enorgullece asegurarles que cuentan con el respaldo total, total y completo de los Estados Unidos de América»
Al elogiar a los gobiernos democráticos y los ejércitos modernos de ambos países, Biden dijo que su inclusión “fortalecería a la OTAN”.
Biden agregó que “los nuevos miembros que se unen a la OTAN no son una amenaza para ninguna nación” y que el “propósito de la alianza es defenderse de la agresión”.
“Rechazamos el credo sangriento de que el poder hace lo correcto”, afirmó, y concluyó diciendo que “la puerta de la OTAN sigue abierta” para otros posibles miembros.
Rusia ve las cosas de otra manera. El Kremlin ve la expansión de la OTAN en Europa del Este, que los líderes occidentales inicialmente prometieron que Moscú nunca sucedería, como una amenaza para su seguridad nacional. Además, Rusia ha citado la insistencia de Ucrania en unirse a la alianza y la asistencia que Kiev recibió de la OTAN en los últimos años como un factor clave detrás de su decisión de atacar Ucrania en febrero.
En Occidente, los analistas y los principales funcionarios políticos han advertido durante décadas que la expansión de la OTAN eventualmente conduciría a una guerra en Europa. Entre ellos estaba George Kennan, diplomático estadounidense y artífice de las políticas anticomunistas de línea dura de Washington durante la Guerra Fría. Ampliar la OTAN, escribió en 1997, “sería el error más fatídico de la política estadounidense en toda la era posterior a la guerra fría”.
Con respecto a la entrada de Suecia y Finlandia en la alianza, Moscú calificó la medida como un «grave error con ramificaciones duraderas». Aún así, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró esta semana que Rusia considera que las aspiraciones de los dos países en la OTAN son menos preocupantes que las de Ucrania, donde las posibles disputas territoriales “habrían acarreado enormes riesgos para todo el continente”.