WASHINGTON — El embajador ruso en Washington, Anatoli Antónov, restó crédito a quienes desvinculan la incipiente crisis alimentaria global de las sanciones impuestas contra Rusia.
Estados Unidos y sus aliados culpan de esa crisis a Rusia, alegando que bloquea los puertos de Ucrania y que las exportaciones de productos agrícolas y fertilizantes no están sujetas a restricciones.
«Las declaraciones de Occidente, de que sus prohibiciones no afectan los suministros de alimentos y fertilizantes, son una artimaña. Las sanciones en el ámbito financiero y de transporte tienen un impacto directo sobre los mercados internacionales de alimentos», afirmó Antónov, citado por la Embajada rusa en Telegram.
El diplomático subrayó que «Rusia sigue respetando sus compromisos derivados de contratos internacionales en lo que atañe a la exportación de productos agroindustriales, fertilizantes, agentes energéticos y otros artículos importantes».
El titular de Agricultura ucraniano, Nikolái Solski, declaró que la exportación de granos desde el país se vio paralizada debido al bloqueo naval por parte de Rusia. Antes del 24 de febrero, según él, Ucrania exportaba unos cinco millones de toneladas de granos al mes por vía marítima, volumen que se redujo a unas 200.000 toneladas en marzo. Como resultado, más de 20 millones de toneladas de cereales y otros cultivos quedaron sin acceso al mercado mundial, dijo el ministro.
A juicio de Antónov, «los problemas surgieron mucho antes de la operación especial de Rusia en Ucrania». «Se fueron agravando con la oleada de sanciones unilaterales e ilegítimas contra Rusia que socavaron la confianza hacia los Gobiernos occidentales, debido a la impredecibilidad de sus acciones, alteraron las cadenas de suministro y perturbaron los flujos de finanzas internacionales», apuntó.