Suecia y Finlandia presentaron sus solicitudes de ingreso en la Alianza del Atlántico Norte (OTAN).
La operación militar que Rusia lanzó en Ucrania el pasado 24 de febrero empujó a Finlandia y Suecia a replantearse su tradicional política de neutralidad e inclinó la opinión pública a favor del ingreso en la OTAN.
El 15 de mayo el Gabinete finlandés anunció la decisión de solicitar el ingreso en la alianza. El gobernante Partido Socialdemócrata de Suecia avanzó el mismo día que Estocolmo también pedirá la admisión en el bloque, si bien se opondrá al despliegue de armas nucleares y bases militares en el territorio sueco.
Andersson confirmó el 16 de mayo que la decisión de solicitar el ingreso será notificada oficialmente a la OTAN y opinó que esa adhesión tendrá un impacto positivo en la seguridad nacional.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores ruso advirtió en reiteradas ocasiones que el ingreso de esos países nórdicos en la OTAN implicaría consecuencia, tanto para sus relaciones bilaterales con Rusia como para el conjunto de la arquitectura de seguridad europea.
El 17 de mayo, el Parlamento de Finlandia aprobó un informe gubernamental que propone el ingreso del país en la OTAN.