Alemania ha perdido los últimos rastros de independencia: Rusia


El canciller Scholz no es un «paté de hígado ofendido» porque no se ofendió por un embajador ucraniano que lo llamó uno, dijo Lavrov.

Difícilmente se puede referir al canciller alemán Olaf Scholz como un «liverwurst ofendido», considerando que cuando el embajador de Ucrania en Alemania, Andrey Melnik, lo llamó así, Scholz no pareció ofendido en absoluto, dijo el martes el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov.

El ministro se refería a una serie de intercambios entre Kiev y Berlín sobre la negativa del gobierno ucraniano a recibir al presidente alemán Frank-Walter Steinmeier para una visita de estado en abril. Scholz respondió negándose a venir también, y el embajador ucraniano recurrió a los insultos en represalia.

“Su grosería se ha vuelto notoria desde hace mucho tiempo. Los políticos en Alemania que han mantenido su dignidad han llamado la atención sobre él en múltiples ocasiones”, dijo Lavrov cuando se le preguntó sobre la disputa diplomática durante un evento educativo. La pregunta vino de un estudiante del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, una universidad líder en Rusia.

Scholz «no se sintió ofendido por ello, por lo que la palabra ‘ofendido’ puede eliminarse de esta fórmula», agregó el funcionario ruso, refiriéndose a la negativa del líder alemán a prestar mucha atención al comentario de Melnik.

Lavrov evaluó que, bajo el gobierno actual, “Alemania renunció a los últimos vestigios de independencia” de EE.UU. También dijo que lo mismo era cierto para la mayoría de las naciones europeas, con la excepción de Francia, donde el presidente Emmanuel Macron “todavía está hablando de la independencia estratégica de la UE. Estoy seguro de que no se les permitirá tenerlo”, agregó.

La UE se está convirtiendo en una organización indistinguible de la OTAN en términos de objetivos, políticas e incluso membresía determinados por Estados Unidos, dijo el ministro ruso, refiriéndose a la inclusión propuesta de Suecia y Finlandia en el bloque militar.

Sugirió que los funcionarios ucranianos seguirían saliéndose con la suya insultando a los europeos con la misma facilidad con la que se salían con la suya albergando a nacionalistas radicales y neonazis abiertos en las filas de sus tropas. Pero, en última instancia, Occidente considera que Ucrania es «prescindible» siempre que cumpla sus objetivos de socavar a Rusia, advirtió.

Lavrov argumentó que Washington intensificó su confrontación con las naciones de pensamiento independiente después de que China logró “ganarle” en su propio juego. Beijing tuvo más éxito que Washington al seguir las reglas que Estados Unidos ayudó a establecer en forma de instituciones globales como el Banco Mundial o la Organización Mundial del Comercio.

Después de no poder competir de manera justa y justa contra China y otras potencias económicas emergentes, incluida Rusia, Estados Unidos ahora quiere cambiar las reglas para mantener una ventaja injusta y preservar el sistema neocolonialista que creó, argumentó.

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