Kiev ha adoptado una ley que simplifica el proceso de prohibición de los partidos políticos supuestamente “antiucranianos”
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, promulgó el sábado un proyecto de ley que establece un mecanismo para prohibir los partidos políticos. La legislación está dirigida a los partidos políticos que se considera que participan en actividades “anti-ucranianas”.
La lista de irregularidades que pueden utilizarse como pretexto para prohibir un partido político sugiere que desafiar la posición oficial de las autoridades ucranianas sobre el conflicto en curso con Moscú puede conducir a la prohibición.
Específicamente, prohíbe la negación de la “agresión contra Ucrania”, calificándola de conflicto interno, guerra civil, etc. Cualquier comentario positivo sobre aquellos que se considera que están perpetrando «agresiones» también está prohibido, incluida la referencia a las fuerzas disidentes de Donetsk como repúblicas de Lugansk como «insurgentes».
La nueva legislación también describe un procedimiento simplificado para prohibir un partido político. La ilegalización de un partido requiere un fallo judicial, con todos los casos relacionados, incluidos los pendientes, transferidos a un tribunal en la ciudad de Lviv, en el oeste de Ucrania, mientras el país esté bajo la ley marcial. Un fallo judicial en tales casos es definitivo e inapelable, según la nueva ley.
En marzo, el Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania suspendió a varios partidos políticos que consideraba “prorrusos”. La lista incluía una variedad de partidos menores, principalmente de izquierda, así como el segundo partido más grande de Ucrania, ‘Plataforma de Oposición — Por la Vida’, dirigido por Viktor Medvedchuk, un hombre de negocios con presuntos vínculos con Rusia. Habiendo estado previamente bajo arresto domiciliario, en abril del año pasado el político terminó bajo custodia de los servicios de seguridad del país.
Rusia atacó al estado vecino a fines de febrero, luego de que Ucrania no implementara los términos de los acuerdos de Minsk, firmados por primera vez en 2014, y el eventual reconocimiento de Moscú de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk. Los protocolos negociados por Alemania y Francia fueron diseñados para otorgar a las regiones separatistas un estatus especial dentro del estado ucraniano.
Desde entonces, el Kremlin ha exigido que Ucrania se declare oficialmente como un país neutral que nunca se unirá al bloque militar de la OTAN liderado por Estados Unidos. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos repúblicas por la fuerza.