Cuando estalló la pandemia de COVID-19 a principios de 2020, Corea del Norte cerró sus fronteras e impuso un confinamiento estricto, supuestamente luego negándose a aceptar vacunas. A pesar de estas medidas, Pyongyang declaró el miércoles estado de «máxima emergencia» cuando comenzaron a surgir casos.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, dijo que su país está experimentando una «gran agitación» mientras las autoridades trabajan para combatir la propagación de COVID-19 que afecta a cientos de miles dentro de la nación.
Las últimas cifras indican que las autoridades registraron 21 muertes más por COVID-19 el sábado, con más de 174.400 personas en todo el país experimentando fiebre, informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Después de que Kim presidiera una reunión del politburó a primera hora de la mañana, los medios estatales de Pyongyang anunciaron el recuento actualizado compilado el día anterior.
Según el último informe de la Agencia Central de Noticias de Corea, administrada por el estado, sobre el COVID-19, una fiebre «de causa desconocida» se ha extendido explosivamente por todo el país, lo que ha provocado 350.000 casos de fiebre, de los cuales unos 162.200 se curaron.
Según los datos oficiales de Corea del Norte, hasta el jueves, se registraron 12 nuevos casos del virus y seis muertes en un día en el país, y se confirmó que una causa de muerte fue por complicaciones debido al nuevo coronavirus.
La proliferación del novedoso y nocivo coronavirus ha causado «una gran agitación desde la fundación del país», según Kim.
El dirigente afirmó que la crisis sanitaria fue provocada por la ineficiencia y la imprudencia de las organizaciones del partido en su respuesta antiepidémica, y subrayó que se deben tomar medidas para acabar con el brote lo antes posible.
También habría agregado que la misión de abordar la propagación del virus sería «el desafío más importante» del partido y las autoridades de las regiones para revertir el curso de los acontecimientos, restaurar la estabilidad de la cuarentena y proteger «la salud y bienestar de nuestro pueblo».
El jueves, el politburó del Partido de los Trabajadores de Corea del 12 de mayo decidió elevar el nivel de peligro nacional ante el brote del virus.
«El trabajo estatal de prevención de epidemias se cambiará al sistema máximo de prevención de epidemias de emergencia», dice el comunicado.
Según la KCNA, un total de 524.440 personas en Corea del Norte desarrollaron síntomas de fiebre entre finales de abril y el 13 de mayo. Se informó que 243.630 de ellos se curaron por completo y otros 280.810 recibieron tratamiento.