TOKIO— Japón y la Unión Europea (UE) reafirmaron su rechazo a las acciones que provocan una escalada de tensiones en Asia Oriental.
«Seguimos seriamente preocupados por la situación en el mar de China Oriental, incluidas las aguas que rodean las islas Senkaku, y en el mar de China Meridional, y nos oponemos firmemente a cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo y aumentar las tensiones que podrían socavar la estabilidad regional y el orden basado en las normas internacionales. Expresamos nuestra seria preocupación por los informes de militarización, coerción e intimidación en el mar de China Meridional», consta en la declaración conjunta adoptada al término de la 28 Cumbre Japón-UE en Tokio.
El documento destaca la necesidad de garantizar en la región la libertad de navegación y sobrevuelo, resolver las disputas marítimas en base a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CDM) y las decisiones judiciales correspondientes.
También subraya «la importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán» y aboga por una solución pacífica de los problemas en esta zona.
Según la declaración, Bruselas y Tokio están dispuestos a profundizar los intercambios sobre China, particularmente con respecto a la dinámica política, económica y de seguridad, así como la situación de los derechos humanos en Hong Kong y Xinjiang.
En relación con Corea del Norte, las dos partes condenan en términos enérgicos «las continuas pruebas ilegales de misiles balísticos», reafirman que el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) le prohíbe aspirar al estatus de Estado Nuclearmente Armado e instan a Pyongyang a cesar «acciones desestabilizadoras», retomar el cumplimiento del TNP y el Acuerdo de Salvaguardias Integrales del OIEA, así como «reanudar el diálogo con las partes relevantes».