El presidente mexicano señala la rapidez con que Washington aprobó miles de millones para Kiev mientras detenía la ayuda para los vecinos centroamericanos
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó a EE. UU. por su renuencia a ayudar al desarrollo en América Central, mientras encontraba rápidamente miles de millones de dólares para ayudar a Ucrania en su conflicto con Rusia.
“EE.UU. ya aprobó $30 mil millones para la guerra en Ucrania, mientras estamos esperando desde el presidente Donald Trump, pidiendo que donen $4 mil millones, y al día de hoy nada, absolutamente nada”, señaló López Obrador el viernes.
“Sinceramente me parece inexplicable”, dijo el Presidente al describir la decisión que están tomando las autoridades estadounidenses. López Obrador, quien hablaba en Guatemala, primera escala de su gira de cinco días por Centroamérica, prometió que “se va continuar insistiendo respetuosamente en la necesidad de que Estados Unidos colabore”.
El secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, anunció la semana pasada que Washington ya ha gastado 4.300 millones de dólares en apoyo al ejército ucraniano desde 2021.
Mientras tanto, el presidente de EE. UU., Joe Biden, pidió otros $ 33 mil millones para Kiev a fines de abril y le pidió al Congreso que aprobara el gasto lo más rápido posible.
Según el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, el objetivo de Washington en Ucrania era ver que “Rusia se debilitara hasta el punto de que no pudiera hacer el tipo de cosas que ha hecho al invadir Ucrania”.
López Obrador ha tomado una postura bastante equilibrada con respecto a la ofensiva rusa en Ucrania. Dijo que no aceptaba las acciones de Moscú ya que México mismo había “sufrido invasiones”, refiriéndose a incursiones pasadas de Estados Unidos, Francia y España en el país.
Sin embargo, se ha negado a sumarse a las draconianas sanciones internacionales impuestas a Rusia por el conflicto. A principios de esta semana, volvió a reiterar que México quería «permanecer neutral».
Rusia atacó al estado vecino luego de que Ucrania no implementara los términos de los acuerdos de Minsk, firmados en 2014, y el eventual reconocimiento de Moscú de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk. El Protocolo de Minsk, negociado por Alemania y Francia, fue diseñado para otorgar a las regiones separatistas un estatus especial dentro del estado ucraniano.
Desde entonces, el Kremlin ha exigido que Ucrania se declare oficialmente un país neutral que nunca se unirá a la OTAN. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos repúblicas por la fuerza.