MOSCÚ — El embargo petrolero de la Unión Europea a Rusia tendría el efecto de una bomba nuclear lanzada sobre la economía de Hungría, afirmó el primer ministro Viktor Orbán.
«La Comisión (Europea) ha presentado su propuesta sin ninguna consulta, quieren una regla uniforme (…) La propuesta no tiene en cuenta las condiciones geográficas, ya que el crudo llega a Hungría por oleoducto (…) Esto es una bomba atómica sobre la economía húngara», declaró Orbán en una entrevista con la estación de radio Kossuth.
El primer ministro señaló que se requieren cientos de miles de millones de forints para remodelar las refinerías existentes, y que el petróleo que vendría en adelante a Hungría sería más caro.
Según Orbán, el país necesita al menos cinco años para transformar su sistema de suministro de energía.
«Valdría la pena considerar si tiene sentido esa transformación a un costo tan alto, pues solo funcionaría en cuatro o cinco años, cuando la guerra, que es la causa de todo, habrá terminado», dijo.
Lo hicieron cuando la Comisión Europea está ultimando una nueva, la sexta ronda de medidas restrictivas en relación con Rusia que podría incluir un embargo progresivo sobre la importación del petróleo ruso, probablemente con ciertas exenciones o medidas provisionales para países como Hungría y Eslovaquia.
El quinto paquete de sanciones, aprobado a principios de abril, contiene la prohibición de comprar, importar o transferir carbón y otros combustibles fósiles sólidos a la Unión Europea si se originan en Rusia o se exportan desde Rusia, a partir de agosto de 2022.