A raíz de las sanciones occidentales impuestas por la operación militar de Moscú en Ucrania, el comercio de fertilizantes ha retrocedido. Rusia, junto con China y Bielorrusia, se encuentran entre los principales exportadores mundiales.
Los crecientes costos de los fertilizantes están elevando drásticamente los precios de los alimentos, lo que podría desencadenar una crisis mundial de seguridad alimentaria, informó Bloomberg.
El Instituto Internacional de Investigación de Políticas Alimentarias estimó que los precios del nitrógeno, fósforo y potasio (NPK) han subido más de un 140 % en comparación con enero.
La presión occidental por un embargo sobre los productos energéticos rusos solo podría empeorar la situación. Las sanciones estadounidenses y europeas impuestas a Rusia ya han provocado un aumento de los precios de los fertilizantes. Otros exportadores masivos de fertilizantes son Bielorrusia y China, naciones que también tienen relaciones tensas con Occidente.
Bielorrusia también ha sido sancionada por ayudar a Rusia en la operación de Ucrania, mientras que China, que ya estaba en desacuerdo con Occidente, fue criticada por ser reacia a condenar las acciones de Rusia.
Sin embargo, la ola de sanciones de Occidente podría desencadenar una crisis alimentaria, con Theo de Jager, el presidente de la Organización Mundial de Agricultores, ya expresando pesimismo y sugiriendo que tal crisis puede ser imposible de evitar en este momento.
“Muchos campos no se están sembrando”, dijo, citado por Axios. «Los agricultores necesitan paz».
El fertilizante es uno de los productos más comercializados en el mundo, con productos que representan el 0,37% del comercio mundial total. En 2020, los fertilizantes fueron el 47º producto más comercializado del mundo y Rusia fue el mayor exportador. Rusia ha detenido sus exportaciones de fertilizantes para 2022, como hizo China el verano pasado.