El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó que Rusia está luchando por su seguridad contra los nazis de Ucrania, cuyos dirigentes cometen actos de terrorismo desde el golpe de Estado de 2014, como los atentados constitucionales que se cometieron en Nicaragua (2018) y Venezuela (2002 y 2019).
«En este mundo que está sacudido por esa guerra, una guerra donde no vamos a cerrar los ojos, allí está enfrentado Rusia, luchando por su seguridad, luchando contra los nazis que quedaron gobernando y asesinando en Ucrania, donde dieron un golpe de Estado en el año 2014 y fue brutal aquello, esas imágenes [de archivo] se pueden ver, [como] los actos de terrorismo que han prácticado en Venezuela, o aquí en Nicaragua», afirmó Ortega.
El mandatario nicaragüense encabezó la celebración del Día de los Trabajadores en Nicaragua, en la víspera de la efeméride que vinculó al proceso histórico de la revolución de Rusia, que dirigió Vladímir Ilich Uliánov Lenin (1870-1924), que a partir de 1917 transformó el sistema político, económico y social para reducir las desigualdades de la nación.
«Esa Rusia que llevó al poder a los obreros y campesinos por primera vez en la historia de la humanidad conducida por Lenín, en esas batallas decisivas para la humanidad, esa Rusia es la que derrotó al nazismo, derrotó al fascismo», declaró Ortega.
El presidente de Nicaragua, criticó el financiamiento de Estados Unidos y la Unión Europea a Ucrania, donde la práctica terrorista llevó a quemar vivos a 40 trabajadores de una fábrica en Kiev, en el inicio de la actual crisis a raíz del golpe de Estado de 2014.
«Son de la misma escuela, asesinando, quemando, quemaron una central obrera en Kiev donde estaban los trabajadores resistiendo a los fascistas, porque estaban contra el golpe de Estado, lógicamente lo que hicieron los trabajadores fue refugiarse, resistir con palos, con piedras; ¿y qué hicieron los fascistas? incendiaron más de 40 trabajadores, [fueron] asesinados y todo eso bajo la bendición, el aliento, la conspiración, los recursos del imperialismo norteamericano y europeo, allí se juntaron todos para provocar ese golpe de Estado», explicó el jefe de Estado.
Afirmó que desde 2014 se impuso nuevamente el fascismo que reinó en las primeras décadas del Siglo XX en Europa y que provocó el asesinato de 6 millones de judíos por parte de nazis europeos.
Ortega reprobó las declaraciones del secretario de Defensa de los Estados Unidos (EEUU), Lloyd Austin, por desconocer la historia de las guerras e invasiones de su país, al cuestionar a Rusia en el contexto de la crisis de Ucrania.
«Este pobre [Austin], parece que no conoce a nadie [EEUU] todavía, porque en unas declaraciones que dio en estos días, hablando que Rusia había cometido uno de los mayores crímenes en la historia de la humanidad, ¡imagínense diciendo eso! y llamaba a que se cumpliera con el derecho internacional, con la carta de Naciones Unidas, que recordará el presidente [ruso, Vladímir] Putin que los países grandes no pueden invadir a los países pequeños, ¡que cáscara, qué cáscara [cinismo]!, lo que muestra una ignorancia total, bastaría con traerlo a Nicaragua o que él se vaya allá a las oficinas que existen en EEUU donde hay información histórica del mismo Ejército norteamericano», refirió Ortega.
Asimismo, Nicaragua reprochó el doble rasero de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se «rasgan las vestiduras», por la renuncia y expulsión de la sede en Managua, cuando permitieron la violación de las sedes diplomáticas de Venezuela en EEUU y Europa, cuando apoyaron al «autoproclamado presidente» Juan Guaidó o las veces que han boicoteado el cese de la agresión a Cuba.
«La OEA hablando como si fuera respetuosa del derecho internacional, cuántas veces en Naciones Unidas han votado para que se levante el bloqueo a Cuba, han llegado a votar casi 190 países, casi el 100 por ciento y ¿qué pasa? nada», lamentó.
Ortega explicó que la Policía de Nicaragua protegió la sede de la OEA el 28 de abril que se notificó la entrega de las pertenencias y archivos de la organización, para evitar que «provocadores que se metieran allí» o «también delincuentes», para después responsabilizar al Gobierno de robo o saqueo de la sede.