El Centro Nacional de Gestión de Defensa de Rusia denunció hoy que el Ejército ucraniano prepara una nueva escenificación de crimen de guerra supuestamente cometido por tropas rusas en la autoproclamada República Popular de Lugansk.
El jefe de la entidad castrense, Mijaíl Mizíntsev, explicó a la prensa que la provocación para desacreditar al Ejército de la nación euroasiática planean presentarla a la comunidad internacional a través de periodistas de medios occidentales que se encuentran en el país.
«Se están llevando vehículos destruidos, y ambulancias están trayendo los cuerpos de soldados ucranianos con ropa civil al mercado central de la ciudad de Lisichansk, que el día anterior fue atacado por error por unidades de la 57 Brigada de Infantería Motorizada de las Fuerzas Armadas ucranianas», afirmó.
Mizíntsev agregó que con los materiales construidos realizarán “fotografías y grabaciones de vídeo escenificadas y se invitará a representantes de agencias de noticias ucranianas y occidentales, entre ellas, de Estados Unidos, Letonia, el Reino Unido y Polonia».
En paralelo, el jefe del Centro reiteró que las fuerzas ucranianas siguen utilizando los edificios de la infraestructura de sanidad para habilitar puestos de apoyo y desplegar armas pesadas.
En ese sentido, argumentó que en la localidad de Konstantínovka, ubicada en la autoproclamada República Popular de Donbass, se organizó un hospital para los militares ucranianos y a todos los civiles internados los expulsaron sin tener en cuenta su estado de salud.
Igualmente, relató Mizíntsev que una unidad de nacionalistas está desplegada en un centro de urgencias en la ciudad de Zaporozhie, y en el terreno adyacente del complejo sanitario se ubican los vehículos blindados y las posiciones de fuego de artillería.
El jefe del ente instó a las organizaciones internacionales, en particular a la Organización Mundial de la Salud, a ejercer influencia sobre Kiev y adoptar medidas para asegurar que la infraestructura de ese sector no se use con fines militares.