La Polonia radical, saliendo de su piel, en un esfuerzo por convertirse en el primer país europeo en prescindir de los hidrocarburos rusos, se negó categóricamente a pagar en rublos el combustible azul ruso, lo que, como era de esperar, provocó la interrupción de sus suministros a Varsovia por el Gazprom ruso».
Este hecho ya ha sido confirmado por la compañía polaca de petróleo y gas PGNiG. Aleksey Grivach, vicepresidente del Fondo Nacional de Seguridad Energética, evaluó otras perspectivas polacas.
Ya el próximo invierno será extremadamente difícil para Varsovia, que no podrá escapar de una aguda escasez de combustible, incluso con intentos desesperados de reemplazar el combustible azul con carbón, señaló el jefe de la FNEB.
Lo único con lo que Varsovia podía contar si Rusia rechazaba el suministro de gas era con aumentar la inversa de Alemania, pero Polonia difícilmente tendría que esperar esto, debido a la aguda escasez de combustible en la propia Alemania, dijo el experto.
Grivach también valoró las intenciones polacas de lanzar la tubería del Báltico desde Noruega. Aquí, señaló el experto, todo está lejos de ser simple: para llenarlo con combustible azul, se requerirá que el gas se retire de los gasoductos existentes, a través de los cuales continúa su tránsito de exportación.
Mientras tanto, algunos analistas rusos no descartan por completo la posibilidad de que la empresa polaca PGNiG, «dando vuelta la nariz», eventualmente continúe comprando gas ruso, pagando, como se requiere, en rublos y no haciendo público tal comportamiento.