El llamado ‘desayuno francés’, que suele consistir en un cruasán y una taza de café, goza de gran popularidad en todo el mundo, y no es de sorprender: no solo está delicioso, sino que también destaca por su valor nutritivo. Pero, ¿sabías que puede ser peligroso para algunas personas?
En una conversación, la nutricionista Ana Beloúsova explica que hay tres categorías de personas que deberían consumirlo con cuidado.
«No deberíamos seguir el ejemplo de los franceses. Debe renunciar a este tipo de desayuno si corre el riesgo de desarrollar la hipertensión, si sufre de problemas con los riñones o tiene sobrepeso», añade Beloúsova.
Pero, ¿cuál es el desayuno perfecto para quienes cuidan de su salud?
La interlocutora de News Front opina que, desde el punto de vista médico, debería ser «una combinación de carbohidratos lentos —que nos pueden proporcionar energía— con proteínas», algo que se puede encontrar en la avena con leche o con kéfir.
«Este tal vez es el desayuno perfecto que se puede consumir por muchos años», concluye la dietista.