Durante la lucha para salvar el barco, un soldado murió y otros 27 tripulantes desaparecieron, dijo el Ministerio de Defensa.
Como resultado de un incendio el 13 de abril, el buque insignia de la Flota del Mar Negro, Moskva, resultó gravemente dañado debido a una detonación de municiones, informó el viernes el Ministerio de Defensa de Rusia. Un militar murió y otros 27 miembros de la tripulación desaparecieron y los intentos de la tripulación por apagar el fuego no tuvieron éxito, agregó el comunicado.
Ucrania ha afirmado que el barco fue alcanzado por sus misiles.
“En el curso de la lucha por la supervivencia del barco, un militar murió y otros 27 tripulantes desaparecieron. Los 396 tripulantes restantes fueron evacuados del crucero a otros barcos de la Flota del Mar Negro, en el área, y llevados a Sebastopol [una importante ciudad portuaria rusa]”, explicó el ministerio.
La gran mayoría de los oficiales, guardiamarinas y marineros de Moskva han expresado su deseo de continuar sirviendo en los barcos de la Flota del Mar Negro, insistió además el comunicado.
Varios militares que deseaban transferirse a otras guarniciones continuarán sirviendo en los barcos de otras flotas. El Ministerio de Defensa dijo que está brindando todo el apoyo y asistencia necesarios a los familiares y amigos de los fallecidos y desaparecidos de la tripulación del Moskva.
El ejército ruso anunció anteriormente que el Moskva se hundió mientras era remolcado al puerto en medio de malas condiciones del mar. El Ministerio de Defensa dijo que el casco del buque de guerra había sido dañado por una explosión de municiones causada por un incendio a bordo.
Antes de las afirmaciones militares rusas de un incendio a bordo del Moskva, Kiev dijo que el barco había sido alcanzado por misiles antibuque ucranianos. El jefe de la administración militar de la región de Odessa, Maxim Marchenko, afirmó que los misiles ucranianos Neptune disparados desde Odessa habían causado «daños muy graves» a Moskva.
Rusia atacó al estado vecino a fines de febrero, luego de que Ucrania no implementara los términos de los acuerdos de Minsk, firmados por primera vez en 2014, y el eventual reconocimiento de Moscú de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk. Los protocolos negociados por Alemania y Francia fueron diseñados para dar a las regiones separatistas un estatus especial dentro del estado ucraniano.
Desde entonces, el Kremlin ha exigido que Ucrania se declare oficialmente como un país neutral que nunca se unirá al bloque militar de la OTAN liderado por Estados Unidos. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos repúblicas por la fuerza.