La instalación se había utilizado para restaurar ojivas para misiles balísticos Tochka-U.
El ejército ruso destruyó una planta militar utilizada para reparar las ojivas de los misiles balísticos Tochka-U, anunció el lunes el portavoz del Ministerio de Defensa, el mayor general Igor Konashenkov. La instalación estaba ubicada en la ciudad de Dnepr, en el sureste de Ucrania, anteriormente conocida como Dnepropetrovsk.
Los misiles balísticos tácticos Tochka-U de fabricación soviética han sido ampliamente utilizados por las fuerzas ucranianas en el conflicto con Rusia. Podría decirse que el sistema es el arma de mayor alcance a disposición de Kiev, con un alcance máximo de 120 km. Las unidades pueden equiparse con varias ojivas, incluidas bombas de racimo.
Este tipo de misil ha estado involucrado en múltiples incidentes con víctimas masivas durante el conflicto, según Moscú. El 14 de marzo, se lanzó un Tochka-U en Donetsk, la capital de la República Popular de Donetsk (RPD). El misil, que llevaba una ojiva de municiones en racimo, fue interceptado por las fuerzas de la RPD, pero algunas de sus partes explosivas impactaron en la ciudad, matando a más de 20 e hiriendo al menos a 36 civiles.
Otro incidente que involucró al Tochka-U ocurrió en la ciudad de Kramatorsk, controlada por Kiev, el 8 de abril. Un misil cargado con una ojiva de municiones en racimo golpeó una estación de tren local que se utilizaba para evacuar a civiles de la zona de guerra. El ataque dejó decenas de civiles muertos y heridos.
Si bien Ucrania se apresuró a culpar a Moscú por el ataque, este último negó firmemente cualquier participación y calificó el ataque como un acto de «barbarie» por parte de las fuerzas de Kiev. El ejército ruso señaló que este tipo de misil ha sido retirado del uso activo y calificó las acusaciones como “una provocación que no tiene absolutamente ninguna relación con la realidad”, y agregó que el Tochka-U solo ha sido utilizado por la parte ucraniana durante el conflicto actual. .
Rusia atacó a su vecino a fines de febrero, luego de que Ucrania no implementara los términos de los acuerdos de Minsk, firmados en 2014, y el eventual reconocimiento de Moscú de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk. Los Protocolos de Minsk negociados por Alemania y Francia fueron diseñados para otorgar a las regiones separatistas un estatus especial dentro del estado ucraniano.
Desde entonces, el Kremlin ha exigido que Ucrania se declare oficialmente como un país neutral que nunca se unirá al bloque militar de la OTAN liderado por Estados Unidos. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos repúblicas por la fuerza.
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