Según los informes, Rusia advirtió sobre las «consecuencias» si Washington sigue armando a Ucrania
La Casa Blanca ha dejado de lado las preocupaciones sobre una queja formal de Rusia, aparentemente enviada a Estados Unidos después de que Washington anunciara su último paquete de suministros de armas a Ucrania por valor de 800 millones de dólares. La secretaria de prensa, Jen Psaki, pareció llamar al mensaje una «amenaza vacía» durante su sesión informativa del lunes.
Se le preguntó a Psaki sobre la advertencia, en la que Moscú supuestamente mencionó las “consecuencias impredecibles” del continuo armado de las tropas ucranianas por parte de Washington con armas cada vez más sofisticadas. La nota fue reportada la semana pasada por medios estadounidenses.
“No vamos a comentar. Quiero decir, no voy a especular sobre amenazas vacías o amenazas del presidente [Vladimir] Putin o del liderazgo ruso”, dijo Psaki a los periodistas.
Agregó que la asistencia de Estados Unidos a Ucrania continuará, como lo prometió el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Otros funcionarios estadounidenses hicieron declaraciones en el mismo sentido la semana pasada.
La carta de Moscú acusa a la OTAN de presionar a Ucrania para que abandone las negociaciones con Rusia “para continuar con el derramamiento de sangre”, y condena a Washington por fomentar más suministros de armas, según informes de los medios. Ni Washington ni Moscú las han confirmado
Rusia advirtió repetidamente que los envíos de armas que Estados Unidos y sus aliados estaban enviando a Ucrania eran un factor desestabilizador. Los convoyes podrían ser atacados por el ejército ruso una vez que lleguen a suelo ucraniano, dijo también Moscú.
Según el gobierno ruso, el apoyo está envalentonando a Kiev y solo resultará en la continuación del conflicto armado, con la acumulación de víctimas y el aumento correspondiente de los daños en Ucrania. El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, evaluó el martes que el creciente volumen de armas que Estados Unidos se comprometió a enviar a Ucrania indicaba que quería una lucha “hasta el último ucraniano”.
Las naciones occidentales han insistido en que los suministros de armas están destinados a ayudar a Ucrania a defenderse de la «agresión» rusa y a infligir un costo a las tropas rusas. Según los informes, los funcionarios extranjeros han presionado al gobierno ucraniano para que siga luchando hasta que obtenga las concesiones necesarias del Kremlin. Moscú ha dicho repetidamente que logrará todos sus objetivos en Ucrania a pesar de la resistencia.
Rusia atacó al estado vecino a fines de febrero, luego de que Ucrania no implementara los términos de los acuerdos de Minsk, firmados por primera vez en 2014, y el eventual reconocimiento de Moscú de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk. Los protocolos negociados por Alemania y Francia fueron diseñados para otorgar a las regiones separatistas un estatus especial dentro del estado ucraniano.
Desde entonces, el Kremlin ha exigido que Ucrania se declare oficialmente como un país neutral que nunca se unirá al bloque militar de la OTAN liderado por Estados Unidos. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos repúblicas por la fuerza.
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