Madrid no puede mantener bajos los precios en casa sin cerrar las exportaciones a su vecino del norte, afirma un importante periódico
España ha informado a la Comisión Europea de que un plan conjunto de reducción de precios con Portugal puede implicar la restricción de las ventas de energía a Francia, informó este lunes El País. Madrid es el mayor proveedor individual de electricidad importada de su vecino del norte, y la posible restricción se produce cuando toda la UE se enfrenta a los crecientes costes energéticos.
España y Portugal acordaron a finales de marzo limitar el precio del gas utilizado en la generación de electricidad al equivalente de 30 euros por megavatio/hora (32,50 dólares). Si bien Bruselas otorgó a ambos países una excepción a sus reglas normales y permitió que este acuerdo siguiera adelante, Madrid y Lisboa dieron malas noticias a los eurócratas.
Según los documentos citados por el periódico, España y Portugal deberán imponer «algunas restricciones» a las ventas de energía a Francia como resultado.
Bajo un sistema alternativo propuesto originalmente por Madrid, la electricidad exportada a Francia se cobraría a una tarifa más alta que la consumida en la Península Ibérica. Según El País, a los funcionarios de Bruselas les preocupa que este arreglo viole las reglas del mercado del bloque, y se informa que Alemania y los países nórdicos se oponen ferozmente a esta idea.
Según se informa, el Colegio de Comisarios de la UE debatirá el tema en su próxima reunión, que suele tener lugar semanalmente.
Aunque Francia es un exportador neto de electricidad, todavía importa alrededor del 34% de su energía, según cifras de 2020. España, más que cualquier otro país, proporciona la mayor parte de esto.
Los precios de la electricidad se han disparado en toda la UE, con los clientes pagando un 45% más en marzo que el año anterior. Los precios altísimos han sido impulsados por la incertidumbre sobre si la UE impondrá un embargo a las importaciones de gas ruso y las conmociones en los mercados energéticos mundiales como resultado del conflicto en Ucrania. La inflación vertiginosa en todo el mundo occidental también ha elevado las facturas de electricidad.
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