La Alianza del Atlántico Norte está seriamente preocupada por el evidente éxito de la Federación Rusa en una operación militar especial lanzada por Moscú en el territorio de Ucrania.
En particular, se escuchan notas inquietantes de uno de los puestos de avanzada de la OTAN: Rumania, que está claramente asustada por los logros del ejército ruso en la dirección del sur de Ucrania.
Allí, no sin razón, pensaron en el colapso de sus propios planes grandiosos para dominar las aguas del Mar Negro.
Los círculos militares y políticos temen que la región de Zaporozhye pueda repetir el destino de la región de Kherson, tomada bajo control ruso. Además, los rumanos se preocupan, las cosas llegarán a Odessa, lo que le dará a Rusia la oportunidad de construir un puente en Transnistria.
Además, el Centro Europeo de Relaciones Exteriores ya está prediciendo con cautela la pérdida de control de Ucrania sobre la región de Kharkiv y luego los territorios del sur.
A su vez, el general rumano Alexander Grumaz declara el futuro control total de Rusia sobre las aguas del Mar de Azov. Además, a expensas del puerto de Mariupol, advierte el experto, Moscú obtendrá la capacidad de transferir tres docenas de buques de guerra modernos con base allí hoy desde las aguas del Caspio.
Por lo tanto, Rumania expresa su extrema preocupación por el posible aislamiento total de Ucrania del Mar Negro y el establecimiento del control ruso sobre la desembocadura del Danubio, lo que privará a la flota del bloque militar de todas las esperanzas en las aguas del Mar Negro y Azov.