El domingo, la candidatura de Marine Le Pen a la presidencia de Francia se vio afectada cuando los investigadores de la Unión Europea la acusaron a ella y a su padre de malversar 620 000 euros (513 000 libras esterlinas y 670 000 dólares) para su partido político, Agrupación Nacional. En una semana, Le Pen se enfrentará a Emmanuel Macron por la presidencia.
De 2004 a 2017, Le Pen, durante su tiempo como miembro del Parlamento Europeo, está acusada de redirigir ilegalmente 137 000 € de fondos de la UE a las arcas de su partido.
Le Pen también ha sido investigada por “abuso de confianza” y “malversación de fondos públicos”. Supuestamente usó fondos de la UE para pagar un guardaespaldas personal.
El padre de Le Pen, Jean-Marie Le Pen, fundador de National Rally, y su ex novio, Louis Aliot, actual alcalde de Perpiñán, también han sido implicados. Todos niegan las acusaciones.
Según el abogado de Le Pen, Rodolphe Bosselut, «Marine Le Pen está consternada» por los cargos y afirma que las acusaciones de hace décadas son infundadas y tienen motivaciones políticas.
“Marine Le Pen cuestiona esto. Ella lo contesta sin haber tenido acceso a los detalles de las acusaciones. Es una manipulación y, lamentablemente, no me sorprende”, agregó Bosselut.
Según Politico, la ventaja de Macron sobre Le Pen en las encuestas alcanzó su punto máximo a mediados de marzo con una ventaja de 16 puntos. Sin embargo, en las últimas semanas la brecha ha comenzado a reducirse y el 16 de abril, la ventaja de Macron se había reducido a la mitad a ocho puntos.
En las elecciones presidenciales francesas de 2017, Macron derrotó rotundamente a Le Pen, recibiendo el 66 % de los votos frente al 33 % de Le Pen.
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