La prohibición de las importaciones de madera rusa ha provocado un aumento significativo en los precios de los muebles en el Reino Unido. Esto alimenta aún más la inflación en el país que ya ha alcanzado niveles no vistos en tres décadas.
El Consejo de Administración Forestal (FSC) del Reino Unido ha suspendido todos los certificados comerciales con Rusia y Bielorrusia, bloqueando todo el suministro desde esos dos países, pero el efecto colateral ha llevado a unos precios más altos de la madera a medida que las empresas luchan por encontrar alternativas. Así, solo el coste de producir un sofá aumentó un 25% en comparación con el período anterior al Brexit.
«El FSC prohibió las importaciones de Rusia pero lo que verdaderamente sucedió es que aumentó la presión sobre otros países que suministran madera y, por supuesto, eso hizo que su precio se disparara (…) No he podido elevar al 25% el precio para mis clientes, pero sí he tenido que elevarlo algo», se queja Ian Oscroft, director ejecutivo del fabricante de muebles Whitemeadow, citado por The Guardian.
El medio británico señala que el costo de los muebles en el Reino Unido aumentó un promedio del 17%, muy por encima de la inflación que alcanzó el 7%, un índice récord en las últimas tres décadas.
No obstante, los precios podrían subir aún más en los próximos meses, considera el director de la Asociación de Fabricantes de Muebles Británicos, Sean Holt. El comerciante comparte que si bien ya todos en la industria han notado un patrón de aumento de costes de los materiales en los últimos dos años, la situación se ha intensificado significativamente en las últimas semanas.
«El aumento en los precios de los compuestos de hasta el 100% no son inusuales y esto se suma a los aumentos de los costos de energía que afectan la fabricación. Los precios del combustible y mano de obra son otros factores. Los miembros de nuestra asociación dicen que habrá más aumentos de precios en los próximos meses”, comparte su preocupación Sean Holt.
Tras ocho años de guerra civil y el incumplimiento por Kiev de los acuerdos de paz de Minsk, Moscú reconoció la independencia de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y lanzó una operación para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania. En respuesta, EEUU y sus aliados impusieron una serie de restricciones comerciales sin precedentes contra Rusia, uno de los mayores exportadores de materias primas, combustibles, alimentos y fertilizantes del planeta.