Las pruebas tradicionales de COVID-19 toman tiempo, son incómodas para el paciente y son costosas para el uso diario. Un sistema polivalente y más cómodo aportaría enormes ventajas en la lucha contra el COVID-19.
La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) otorgó la autorización de uso de emergencia para una nueva prueba COVID-19 el jueves que funciona mediante la detección de sustancias químicas en el aliento del paciente, en lugar de un hisopo nasal incómodo.
La prueba, llamada InspectIR COVID-19 Alcoholímetro, tiene aproximadamente el tamaño de una maleta e identifica correctamente el 91% de los casos positivos y casi el 100% de los casos negativos. También es efectivo para detectar la variante omicron, según CNN.
Eso significa que un caso positivo aún deberá ser seguido por una prueba de PCR tradicional, pero la herramienta permite a los pacientes evitar que se tomen muestras de sus fosas nasales cuando solo sospechan una infección por COVID-19 o quieren hacerse la prueba antes de viajar o entrar al hospital. oficina.
Pero mucho dependerá de cuán ampliamente se adopte el sistema y cuán costoso sea.
Es probable que el dispositivo se distribuya primero a consultorios médicos y sitios de pruebas móviles antes de que esté disponible para el público en general, si es que alguna vez lo hace.
El precio y la disponibilidad aún no han sido revelados por InspectIR, quien dice que su sistema proporciona resultados de prueba en menos de tres minutos, un gran paso adelante de las pruebas tradicionales que pueden tomar 15 minutos, o en el caso de las pruebas de PCR, días.
El sistema utiliza mezclas químicas para detectar cinco compuestos que se encuentran en pacientes con COVID-19, en lugar de buscar el virus en sí.
InspectIR tiene objetivos a largo plazo de tener sus alcoholímetros en entornos de oficina, y dijo en una publicación de blog de 2021 que el sistema podría usarse en lugar de las pruebas invasivas y costosas que se usan tradicionalmente, o la detección de fiebre que es en gran medida ineficaz.
La misma tecnología se puede usar para detectar THC (el principal químico psicoactivo en el cannabis) y opioides en el aliento del usuario, según el sitio web de la compañía, pero parece que por ahora se centran en la detección de COVID-19.
“La autorización de hoy es otro ejemplo más de la rápida innovación que ocurre con las pruebas de diagnóstico para COVID-19”, dijo Jeff Shuren, director del Centro de Dispositivos y Salud Radiológica de la FDA en un comunicado.
“La FDA continúa apoyando el desarrollo de nuevas pruebas de COVID-19 con el objetivo de promover tecnologías que puedan ayudar a abordar la pandemia actual y posicionar mejor a los EE. UU. para la próxima emergencia de salud pública”.
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