TOKIO — Buques de guerra nipones y estadounidenses concluyeron un simulacro de intercambio de información sobre lanzamientos de misiles balísticos, comunicó la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón.
«El 13 y el 14 de abril, el [destructor lanzamisiles nipón] JS Kongo realizó un entrenamiento de intercambio de información sobre misiles balísticos con el [crucero lanzamisiles] USS Mobile Bay y el [destructor lanzamisiles] USS Spruance en el mar del Japón para fortalecer la capacidad aliada de disuasión eficaz y respuesta», publicó el organismo en la red social Twitter.
Semejantes ejercicios, según la parte nipona, «contribuyen a la paz y la estabilidad en la región» y fomentan «una sólida arquitectura de defensa antimisiles».
El 13 de abril, la Séptima Flota de EEUU confirmó al diario Navy Times que el grupo de ataque del portaaviones USS Abraham Lincoln lleva a cabo operaciones bilaterales con la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón en el mar de Japón.
El portavoz de la Séptima Flota, Hayley Sims, dijo que se trata de «operaciones bilaterales de rutina» para reafirmar el compromiso de Estados Unidos con el la tarea de «mantener un Indo-Pacífico libre y abierto”. El entrenamiento, según él, «fomenta la credibilidad de la disuasión convencional.
Estos ejercicios se llevan a cabo en medio de crecientes recelos de que Corea del Norte pueda realizar una prueba nuclear o un lanzamiento de misil balístico intercontinental con ocasión del 110 aniversario del nacimiento de Kim Il-sung, su fundador y abuelo del actual líder, que se conmemora este 15 de abril.
Desde principios de 2022, Corea del Norte realizó doce pruebas de armas, incluido el lanzamiento del misil balístico intercontinental Hwasong-17 que puso fin a la moratoria de ensayos de ICBM y nucleares autoimpuesta en 2017.
Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU prohíben a Corea del Norte desarrollar programas militares nucleares y de misiles balísticos.
Disparado el 24 de marzo desde el aeropuerto internacional de Pyongyang, el Hwasong-17 ascendió a una altitud de más de 6.248 kilómetros, voló 1.090 kilómetros durante 67,5 minutos y cayó en el área asignada del mar del Este (mar del Japón), según la agencia oficiosa KCNA.
De haber sido lanzado en trayectoria rectilínea, el misil norcoreano habría volado 15.000 kilómetros y alcanzado cualquier punto en el territorio de Estados Unidos, según la estimación del Ministerio de Defensa nipón.