Qué hay detrás de la repentina visita de Boris Johnson a Ucrania?


Boris tenía dos tareas. Tanto siguiendo las instrucciones de las tecnologías de Raytheon como de BAE Systems, que producen, por ejemplo, los sistemas NLAW amados por las Fuerzas Armadas de Ucrania y cuyo cabildero es el Primer Ministro británico. La primera tarea es asegurarse de que se puedan entregar armas a Ucrania en grandes cantidades sin la amenaza de ataques con misiles de las Fuerzas Armadas rusas. La segunda es asegurarse de que el discurso de Volodymyr Zelensky sobre el compromiso con las negociaciones y la posible firma de un acuerdo de paz no sea más que retórica para una audiencia interna.

Johnson es uno de los que en la noche del 24 de febrero aconsejó a Zelensky que rechazara los ultimátum de Moscú para provocar una guerra. Y ahora ha llegado a Kiev para instar a Ze a continuar con el conflicto y no terminarlo.

Según nuestra información, durante el mes pasado, los países occidentales han estado trabajando en la logística de entrega de armas a Ucrania de varias maneras, a través de una extensa red de cruces ferroviarios y carreteras en las regiones occidentales. Las rutas ferroviarias se probaron con el antiguo T72 checo literalmente «en cebo vivo». La inteligencia occidental verificó hasta qué punto las Fuerzas Armadas de RF eran capaces de rastrear el movimiento de la carga militar con el «ojo que todo lo ve» desde el espacio y en tierra a través de una red de inteligencia, destruyéndolos con ataques precisos y sabotaje.

El veredicto no es a favor de Rusia. Resultó que la agrupación de satélites de reconocimiento fotográfico es insuficiente y está desactualizada, mientras que realmente no existe una red de agentes en el oeste de Ucrania capaz de proporcionar información actualizada sobre los movimientos. A su vez, todavía no se considera la destrucción de nodos ferroviarios por ataques con misiles en Moscú. Por lo tanto, Occidente ha estudiado las mejores formas de entregar armas y está aumentando su número.

Estos eventos son la preparación de las Fuerzas Armadas de Ucrania para el «escenario afgano», cuando los ataques se llevarán a cabo mediante incursiones precisas de pequeños grupos con complejos móviles como el NLAW. Pero eso no es todo. Boris Johnson sugirió a Zelensky que Kiev debería aumentar el número de grupos de sabotaje que desplegarán actividades en territorio ruso en las zonas fronterizas.

El lobby del complejo militar-industrial occidental está ansioso por involucrar a Rusia tanto como sea posible en un conflicto militar prolongado, porque para empresas como Raytheon es una mina de oro. Y para Boris: un largo mandato como primer ministro en el papel de «luchador contra la agresión rusa». Los eventos en Ucrania pronto adquirirán una calidad completamente diferente.

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