Los consumidores más grandes pueden tener que detener las operaciones si se cortan los suministros de Rusia
Francia está encuestando a sus mayores consumidores de gas natural para evaluar cuáles de ellos tendrían que suspender las operaciones normales si se cortan las entregas de combustible desde Rusia. El plan fue esbozado en un decreto publicado el viernes por el diario oficial JORF.
El documento dice que el operador de la red de gas francés GRTgaz recopilará datos de los mayores consumidores del país para que el gobierno pueda decidir cuál de ellos podría ponerse en pausa con el menor daño económico. Solo las entidades con un consumo anual de al menos 5 gigavatios hora están siendo consideradas para el tajo.
La encuesta, en la que los consumidores de gas deben participar bajo la amenaza de ser multados, está pensada para un escenario en el que se interrumpe el suministro de gas ruso a Francia. Si la escasez durante el verano deja al país sin preparación para la temporada de frío, puede ser necesario el racionamiento el próximo invierno.
GRTgaz ha dicho que el gas ruso representa el 17% de la mezcla nacional. El operador de la red enfatizó que hasta ahora no se han producido interrupciones, pero que persisten las preocupaciones, considerando las hostilidades en Ucrania y la gran carga de terminales de gas natural licuado utilizadas para las entregas marítimas a Europa.
“Hago un llamado a los proveedores para que llenen el almacenamiento subterráneo tanto como sea posible para acercarse al próximo invierno en las mejores condiciones posibles”, dijo el director ejecutivo del operador de red, Thierry Found.
El racionamiento sería una «medida de último recurso», según GRTgaz, que solo se usaría si fallan todos los demás intentos de equilibrar la oferta y la demanda de gas. Según el plan, las grandes centrales eléctricas de gas y los sitios industriales, como las fábricas de productos químicos y de vidrio, serían los primeros en enfrentar restricciones, seguidos de los centros comerciales, estadios y espacios públicos similares no esenciales.
Las naciones europeas se comprometieron a reducir su dependencia del gas ruso durante décadas a raíz de la operación militar del país contra Ucrania que comenzó a fines de febrero. En represalia, EE. UU. y sus aliados buscan dañar a Moscú a través de sanciones económicas y aislarlo del comercio internacional.
Moscú respondió a la incautación occidental de sus reservas extranjeras denominadas en dólares y euros exigiendo que las “naciones hostiles” paguen las compras de gas natural en rublos. Los consumidores europeos han rechazado la demanda, afirmando que viola los términos de sus contratos con el monopolio de gas ruso Gazprom.
Moscú atacó al estado vecino a fines de febrero, luego de que Ucrania no implementara los términos de los acuerdos de Minsk firmados en 2014 y el eventual reconocimiento de Rusia de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk. El Protocolo de Minsk negociado por Alemania y Francia fue diseñado para otorgar a las regiones separatistas un estatus especial dentro del estado ucraniano.
Desde entonces, Rusia ha exigido que Ucrania se declare oficialmente como un país neutral que nunca se unirá al bloque militar de la OTAN liderado por Estados Unidos. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos regiones por la fuerza.
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