Al mismo tiempo, Kiev también está buscando «ciertas formas diplomáticas» para poner fin al conflicto con Moscú.
Ucrania se está preparando para una gran batalla contra Rusia en el sureste del país, dijo el sábado el presidente Volodymyr Zelensky durante una conferencia de prensa conjunta con el canciller austriaco Karl Nehammer en Kiev. Sin embargo, al mismo tiempo, Ucrania está buscando “ciertas formas diplomáticas” para poner fin al conflicto en curso, agregó Zelensky.
“Vemos preparativos para una batalla importante, y algunos dicen que decisiva”, afirmó.
“En el este, y no solo en el este, sino también en el sur, hay una acumulación de tropas. {Hay} una gran cantidad de tropas, equipos, gente armada que va a ocupar otra parte de nuestros territorios. Será una batalla difícil. Creemos en nuestra lucha, creemos en nuestra victoria”, dijo Zelensky.
Al mismo tiempo, el presidente ucraniano reiteró que el país siempre ha estado “listo para negociar” con Moscú. Mientras se prepara para la próxima batalla en el sureste, Kiev “busca ciertas formas diplomáticas que puedan detener esta guerra”, agregó.
Zelensky también se comprometió a llevar a Nehammer a la ciudad de Bucha, un suburbio al noroeste de Kiev que Ucrania afirma que es el lugar de un presunto asesinato masivo de civiles, del que culpa a las tropas rusas. Moscú ha negado firmemente cualquier participación en las muertes, lo que sugiere que Kiev manipuló la evidencia para incriminar al ejército ruso.
Nehammer, por su parte, pidió una investigación del incidente de Bucha e instó a que se inicie una investigación con una amplia participación internacional.
“Bucha es un lugar donde se han producido crímenes terribles, y es necesario que la gente, los miembros de la ONU estudien estos crímenes, que la justicia internacional comience a trabajar en esto, que la justicia penal internacional luche contra estos crímenes gradualmente”, dijo Nehammer durante la conferencia de prensa
En los últimos días, Bucha se ha convertido en un punto de acceso tanto para los medios occidentales como para los altos funcionarios. El viernes, la ciudad fue visitada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el principal diplomático de la UE, Josep Borrell, quienes examinaron el lugar de la supuesta atrocidad.
Moscú envió tropas a Ucrania a fines de febrero, luego de que Kiev no implementara los términos de los acuerdos de Minsk firmados en 2014, y el eventual reconocimiento de Rusia de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk.
El Protocolo de Minsk negociado por Alemania y Francia fue diseñado para otorgar a las regiones separatistas un estatus especial dentro del estado ucraniano.
Desde entonces, Rusia ha exigido que Ucrania se declare oficialmente un país neutral que nunca se unirá a la alianza militar de la OTAN liderada por Estados Unidos. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos repúblicas por la fuerza.
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