MOSCÚ — Rusia espera que tras la reanudación de los contactos entre Caracas y Washington, EEUU cese su apoyo al exdiputado opositor venezolano, Juan Guaidó, y reconozca el Gobierno legítimo de Nicolás Maduro, declaró el jefe del departamento de América Latina del Ministerio de Exteriores ruso, Alexandr Schetinin.
«Esperamos que el restablecimiento de contactos oficiales de Washington con el Gobierno legítimo de Venezuela conduzca al fin de este espectáculo de payasos y la farsa bajo el título del ‘presidente interino'», comentó en una entrevista.
Enfatizó que incluso en sus intentos de reanudar el diálogo con Caracas, Washington no rechazó «las referencias hipócritas al seudo presidente Juan Guaidó» que, según Schetinin, «ya causó a su pueblo un daño considerable e irreparable con sus acciones dictadas por EEUU».
Hablando de la cooperación de EEUU y Venezuela en el sector energético, eficaz en su momento, el diplomático ruso señaló que la propia Casa Blanca destruyó los contactos en este ámbito, ampliando sanciones, prohibiendo las exportaciones de petróleo de Venezuela y las importaciones de los productos derivados del petróleo a ese país latinoamericano.
«A los bolivarianos los expulsaron constantemente de la infraestructura financiera internacional, los privaron de activos extranjeros y de las oportunidades de recompensar las pérdidas causadas por los préstamos en el mercado extranjero», recordó.
Schetinin subrayó que la Casa Blanca no relajó sus restricciones incluso durante la pandemia del coronavirus.
En este contexto, indicó que el restablecimiento de contactos entre Washington y Caracas demuestra «el oportunismo de su política exterior», ya que «todos sus principios colapsaron una vez que la guerra económica contra Rusia, desatada por Washington, haya rebotado en la propia economía estadounidense».
El presidente del departamento de América Latina de la Cancillería rusa destacó que Moscú, a su vez, aboga por el levantamiento de todas las restricciones unilaterales impuestas por EEUU contra el Gobierno y el pueblo de Venezuela, así como por la normalización de las relaciones entre Washington y Caracas sobre el principio de igualdad.
La crisis política en Venezuela se agravó el 23 de enero de 2019, cuando el entonces jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se proclamó presidente interino en un intento por expulsar del poder al reelegido presidente Nicolás Maduro.
Estados Unidos y la mayoría de los países occidentales respaldaron a Guaidó, imponiendo sanciones a Venezuela y congelando sus activos en el extranjero.
Rusia, China, Turquía y otras naciones apoyaron a Maduro como único y legítimo presidente de Venezuela.
Maduro acusa a Occidente de usar las sanciones para derrocarlo y de haberse apoderado de los activos y recursos de Venezuela.