PEKÍN — El Gobierno de China llamó a la comunidad internacional a favorecer las conversaciones entre Ucrania y Rusia para el restablecimiento de la paz.
«China insta a todas las partes a reflexionar con tranquilidad, crear condiciones favorables para la paz y dar oportunidad a las conversaciones», dijo el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, a su par canadiense, Melanie Joly, en una conversación telefónica.
El canciller chino consignó que las negociaciones entre Kiev y Moscú «enfrentan dificultades, pero continúan, manteniendo la esperanza en el cese del fuego y la paz».
Wang subrayó que, en ese sentido, su país seguirá con su papel constructivo «desde una posición objetiva y justa».
Antes, el embajador de Pekín ante la ONU, Zhang Jun, destacó que China apuesta por la pronta resolución de la crisis ucraniana.
Desde Pekín en reiteradas ocasiones han recalcado que no son parte de esta crisis y rechazaron las sanciones unilaterales de Estados Unidos y la Unión Europea.
La potencia asiática señaló que lo que ocurre en Ucrania es resultado de la mentalidad de la guerra fría y de las discrepancias en el tema de la seguridad europea que se han acumulado en los últimos años.
Desde Pekín apoyaron las gestiones de Rusia y de otros países para evitar una crisis humanitaria en Ucrania.
El presidente de China, Xi Jinping, llamó al mundo a facilitar el proceso de diálogo entre Rusia y Ucrania y no echar leña al fuego.
El Gobierno chino también llamó a los países occidentales a abstenerse de acusaciones infundadas en torno a los montajes en la localidad ucraniana de Bucha.
Rusia inició el 24 de febrero una operación especial para «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania, en respuesta a las solicitudes de asistencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk para defenderse de los ataques de las tropas ucranianas.
Las dos repúblicas denunciaron que Ucrania incrementó los bombardeos desde mediados de febrero contra Donbás tras recibir armas de Estados Unidos y otros países de la OTAN.
Donetsk y Lugansk se independizaron de Ucrania en mayo de 2014 tras no reconocer a las nuevas autoridades que resultaron del golpe de Estado producido en Kiev en febrero de ese mismo año.