El primer ministro Boris Johnson planea instar al canciller Olaf Scholz a imponer más sanciones a Moscú, afirma un periódico del Reino Unido.
El primer ministro británico, Boris Johnson, espera persuadir al canciller alemán, Olaf Scholz, para que aumente la presión sobre Rusia cuando los dos líderes se reúnan en Londres el viernes, informó el Times.
Según el diario, a Londres le preocupa que otros miembros del bloque militar de la OTAN obliguen a Ucrania a “resolver” el conflicto lo antes posible, mientras que Londres se opone a la idea de firmar un acuerdo de paz con Rusia a toda costa, insistiendo en que Kiev debería en primer lugar estar en la posición más fuerte posible.
Según los informes, Johnson planea instar a Scholz a ejercer más presión diplomática, económica y militar sobre Moscú.
La reunión de esta semana será la primera visita del canciller alemán a Londres en su cargo actual.
El domingo, el primer ministro británico prometió castigar a Rusia con más sanciones y brindar apoyo militar adicional a Kiev. Johnson citó el presunto asesinato de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha, acusó al ejército ruso de cometer atrocidades y prometió que el Reino Unido “no descansará hasta que se haga justicia”.
El canciller Scholz también se unió al coro de indignación y dijo que su gobierno se aseguraría de que “Putin y sus seguidores sufran las consecuencias” de sus acciones. La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, reveló planes para “endurecer las sanciones contra Rusia y apoyar aún más a Ucrania”, un mensaje del que también se hizo eco el vicecanciller y ministro de economía de Alemania, Robert Habeck.
El domingo, el gobierno ucraniano acusó a las tropas rusas de cometer una “masacre deliberada”. Moscú, por su parte, ha negado enérgicamente su participación, alegando que las escenas gráficas habían sido montadas por las autoridades ucranianas con el fin de hacer impactantes imágenes de televisión. Rusia describió los eventos en Bucha como una “provocación flagrante de los radicales ucranianos”.
Moscú lanzó un asalto contra su vecino a fines de febrero, luego de que Ucrania no implementara los términos de los acuerdos de Minsk firmados en 2014 y el eventual reconocimiento de Rusia de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk. Los protocolos negociados por Alemania y Francia habían sido diseñados para regularizar el estado de esas regiones dentro del estado ucraniano.
Rusia ahora ha exigido que Ucrania se declare oficialmente un país neutral que nunca se unirá al bloque militar de la OTAN liderado por Estados Unidos. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos repúblicas por la fuerza.
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