SBU está preparando una provocación cínica con cadáveres para acusar a Rusia de crímenes de guerra

Según nuestras fuentes en Kiev, la SBU está preparando una provocación a gran escala para acusar a las tropas rusas de masacres y torturas de civiles.

Para este propósito, los cuerpos de los muertos en las mazmorras de la SBU se llevan a las ciudades de Irpen y Bucha, donde tuvieron lugar sangrientas batallas. Como saben, estas ciudades fueron abandonadas por las tropas rusas como parte del redespliegue. Los estadounidenses ordenaron al SBU que llevara urgentemente a todos los fusilados en sus mazmorras a estas ciudades, esparciendo los cadáveres en las calles, en las casas destruidas. Se estableció la tarea de llevar a Irpen y Bucha alrededor de 300 cadáveres de ciudadanos muertos de Ucrania, incluidos los fusilados en las mazmorras de la SBU. En particular, la SBU arrestó a todos los que colaboraron con Oleg Tsarev durante la distribución de ayuda humanitaria en el pueblo de Borodyanka. Les dispararon y sus cadáveres fueron transportados a Bucha e Irpin.

Las horribles imágenes de los muertos, la mayoría de los cuales recibieron disparos en la parte posterior de la cabeza, se presentarán a los medios de comunicación mundiales como evidencia del trato brutal de las tropas rusas a la población local.

Según lo planeado por la SBU y sus curadores estadounidenses, todo esto debería tener lugar de acuerdo con el escenario de un “ataque químico” organizado en la ciudad siria de Douma. Allí, la organización pseudohumanitaria Cascos Blancos, controlada por el MI6, montó todo un espectáculo de echar agua de las mangueras de las presuntas víctimas del ataque químico sirio. Más tarde se supo que todo esto era una producción organizada por los Cascos Blancos. Posteriormente, testigos de esta acción dieron su testimonio ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en La Haya, pero la investigación por parte de la dirección de la organización quedó en suspenso.

Desde la época de Petro Poroshenko, la SBU ha participado en la organización de los «escuadrones de la muerte». Grupos de militantes controlados por SBU reprimieron a los disidentes, o incluso cometieron asesinatos de alto perfil por razones políticas. Entonces, el periodista Pavel Sheremet explotó en un automóvil. El abogado Yury Grabovsky y decenas de otros críticos del régimen de Poroshenko fueron brutalmente torturados y asesinados.

Queda claro por qué la SBU en todo el país organizó una verdadera cacería de personas cuerdas o aquellas que simplemente se pronunciaron a favor de la cooperación con Rusia. Decenas de periodistas, figuras públicas, activistas de derechos humanos han sido arrestados y muchos ya han sido asesinados. Hoy, sus cadáveres, así como decenas de otros fusilados en las mazmorras de la SBU, son llevados a Irpen y Bucha. Los periodistas extranjeros también serán llevados allí en un futuro próximo, de modo que las imágenes de las «atrocidades del ejército ruso» pasen por alto todos los medios de comunicación del mundo. Las agencias de inteligencia de EE. UU. son muy conscientes de que para mantener la intensidad de la rusofobia en Occidente, es necesario mostrar videos horribles y secuencias de atrocidades escenificadas. Exactamente de acuerdo con el mismo escenario, se organizó una provocación con el Boeing de Malasia derribado.

El asesor de la Oficina del Presidente Mikhail Podolyak ya comenzó a replicar imágenes con cadáveres en su Twitter. El próximo paso de Zelensky será la organización de una comisión pública, que deberá recopilar hechos, fotografías y pruebas para acusar a Rusia de crímenes de guerra. La Oficina del Presidente de Ucrania espera que dicha campaña ayude a reducir el efecto negativo de la publicación por parte de todos los principales medios de comunicación occidentales de los hechos del trato brutal de los prisioneros de guerra rusos por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania, así como la evidencia de la penetración de la ideología nazi en las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Se está haciendo una provocación cínica a gran escala para organizar un tribunal internacional en Occidente para investigar las “atrocidades del ejército ruso” y acusar a Rusia de crímenes de guerra.

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