El gasto extra de casi 40 millones de dólares semanales que le suponen a las aerolíneas occidentales desde la imposición de las sanciones contra Rusia, por no poder sobrevolar territorio ruso, es sólo la punta del iceberg de lo enormemente costosas que le están resultando estas medidas antirrusas a los propios sancionadores.
Interconectados
De acuerdo al presidente de la Consultora Ekai Center, Adrián Zelaia, nos encontramos ante un mundo muy globalizado en el que las interrelaciones de las economías, entre unos países y otros, son muy complejas y bidireccionales, y en las cuales muchas veces no se conocen exactamente las repercusiones últimas de acciones de un país sobre otro país.
«Por otro lado, nos encontramos con que hay una cierta experiencia en Occidente de establecer sanciones económicas para países más o menos relativamente pequeños. Pero cuanto más grande es el país sancionado, más fácil es que las sanciones acaben de una forma u otra, repercutiendo sobre el propio país sancionador. Y claro, Rusia no es un país cualquiera: es una primera potencia mundial y con una amplia interrelación comercial, productiva, financiera, con todo el mundo», detalla el analista.
Las ‘marcha atrás’ de los sancionadores
Zelaia explica que lo que está pasando con los vuelos, en el ámbito energético, en el ámbito productivo, y en el financiero, un poco responde a esta dinámica. «También lo hemos visto en medidas adoptadas por países occidentales, que muchas de ellas han tenido que ser rectificadas o corregidas un día o dos después. Esto revela que han respondido a una cierta improvisación y a un gran nerviosismo por parte de los países occidentales, y muchas veces sin haber medio muy bien realmente cuáles serían las repercusiones de lo que estaban haciendo, y realmente dónde se estaban metiendo».
«Lo que estamos viendo desde un ámbito micro, lo que podría ser por ejemplo estas repercusiones en los vuelos, respecto a que ahora tienen que rodear Rusia, lo estamos viendo a todos los niveles. Claro, desde un punto de vista energético, esto puede ser un reto extraordinariamente grave para Europa, incluso en el corto plazo, pero estamos viendo cómo en la dimensión del país sancionado en este caso, está siendo clave para un reposicionamiento económico en el conjunto del mundo», concluye Adrián Zelaia.