MOSCÚ — Rusia podría usar sus exportaciones agrícolas como arma, advirtió el vicepresidente del Consejo de seguridad nacional, Dmitri Medvédev.
«Se da el caso de que la seguridad alimentaria de muchos países depende de nuestros suministros. Se da el caso de que nuestros alimentos son nuestra arma (…) Un arma silenciosa pero peligrosa. Por si alguien no lo sabía o se olvidó, nuestras exportaciones agrícolas superan las de verdaderas armas, se situaron por encima de 37.000 millones de dólares el pasado año [2021]», publicó Medvédev en la red social Telegram el 1 de abril.
El político que ejerció la presidencia rusa de 2008 a 2012 y fue primer ministro de 2012 a 2020, dijo que las exportaciones agrícolas podrían limitarse en adelante a «países amigos».
«Solo enviaremos alimentos y productos agrícolas a nuestros amigos, que afortunadamente son muchos y no están en Europa ni en América del Norte. Los cobraremos en rublos y en las respectivas monedas nacionales, en proporciones acordadas», avanzó Medvédev.
A renglón seguido, el alto cargo advirtió de que Rusia podría extender el veto que impuso hace ocho años a las importaciones agroalimentarias de varios países, en respuesta a las sanciones.
«No suministraremos nuestros alimentos y productos agrícolas a nuestros enemigos. Tampoco vamos a comprarles nada, ya dejamos de hacerlo en 2012 pero la lista de productos de importación prohibidos podría ampliarse», apuntó.
El mercado doméstico y el control sobre los precios, según Medvédev, serán la máxima prioridad. En cuanto a los agrarios, dijo, el Estado ruso seguirá ayudándoles de forma sistemática y a gran escala.