MOSCÚ — La portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, reprochó al gobierno estadounidense su renuencia a garantizar la paz en Ucrania.
«Asumiendo el papel de garante de la seguridad de Ucrania, la Casa Blanca se comprometería a salvaguardar la paz en este país, algo que no entra los planes de los demócratas liberales de EEUU. Solo el suministro de armas, solo laboratorios biológicos, solo el manejo de regímenes títeres para desestabilizar la situación en Eurasia», apuntó Zajárova en su canal de Telegram.
La directora de Comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, afirmó el miércoles que Washington sigue discutiendo con Kiev sobre las formas en que podría ayudar a garantizar la soberanía y la seguridad de Ucrania, pero no hay nada específico de que se pueda hablar en este momento.
Un miembro de la delegación ucraniana que se reunió el martes con negociadores rusos en Estambul, David Arajamia, dijo que Ucrania ve como posibles garantes de su futura seguridad a miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU pero también Alemania, Canadá, Polonia, Israel y Turquía.
Altos cargos de Alemania y el Reino Unido ya anunciaron que sus países aceptarían este papel.
Putin anunció el 24 de febrero una «operación militar especial» en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según el presidente Vladímir Putin, es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Del 24 de febrero al 29 de marzo, las hostilidades en Ucrania causaron la muerte de al menos 1.189 civiles y dejaron heridos a otros 1.901, pero el balance real es mucho más alto, según la ONU. La mayoría de estas víctimas civiles, entre las que hay 108 niños muertos y 142 heridos, son resultados de ataques aéreos y de artillería.
Más de cuatro millones de ucranianos buscaron refugio en los países vecinos, a lo que se suman unos 6,5 millones de desplazados dentro de Ucrania.
Negociadores rusos, tras reunirse el 29 de marzo con la delegación ucraniana en Estambul, anunciaron que Ucrania aceptaría el estatus de país no alineado y sin armas nucleares si otros Estados actuaran como garantes de su seguridad. Dichas garantías no se extenderían a los territorios de Crimea, Sebastópol y Donbás, que Kiev no intentaría recuperar por la fuerza y cuyo estatus se decidiría por vía negociada. Un futuro acuerdo de paz, según Kiev, debería aprobarse en un referéndum.
Al término de las conversaciones en Estambul, el Ministerio de Defensa se comprometió a reducir drásticamente las operaciones bélicas en las zonas de Kiev y Chernígov, en el norte ucraniano, pero aclaró que no habría un alto el fuego. Algunos países, como EEUU, atribuyeron este anuncio a la intención de reagrupar las fuerzas.
El titular de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, confirmó el martes que Moscú da por cumplidos los objetivos esenciales de la primera fase de su operación militar en Ucrania y se enfocará en adelante en «la liberación del Donbás».