TOKIO — El Gobierno de Japón endureció el lenguaje en su contencioso territorial con Rusia, según la agencia Kyodo que cita un borrador del Libro Azul Diplomático de 2022.
El documento retoma la fórmula de «territorios que son parte inalienable de Japón y están ocupados ilegalmente por Rusia» respecto a cuatro islas disputadas, Kuriles del Sur para Moscú, o territorios del Norte para Tokio, según varias fuentes con conocimiento del asunto.
Durante décadas, Tokio ha condicionado la firma del tratado de paz con Rusia, asunto pendiente desde 1945, a la recuperación de las islas Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai, que son los «territorios del norte» para los japoneses.
Japón se escuda en el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que firmó con Rusia el 7 de febrero de 1855.
Moscú, a su vez, subraya que esos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética por acuerdos internacionales al término de la Segunda Guerra Mundial y que Rusia asumió la soberanía de dichos territorios como sucesora legal de la URSS.
A finales de 2016, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el entonces primer ministro de Japón, Shinzo Abe, acordaron empezar las conversaciones sobre la actividad económica conjunta en las islas Kuriles del Sur, que Tokio reclama a Moscú después de terminada la Segunda Guerra Mundial.
En noviembre de 2018, los líderes de Rusia y Japón acordaron en una cumbre en Singapur impulsar las negociaciones sobre el tratado de paz con base en la Declaración Conjunta de 1956, el único documento reconocido por ambas partes.
La Declaración Conjunta que la Unión Soviética y Japón firmaron en 1956 estipula el traspaso a Japón de las islas de Habomai y Shikotan después de la firma de un tratado de paz, pero no dice nada sobre las islas de Kunashir e Iturup.
El pasado 21 de marzo, Rusia anunció que se niega a continuar las negociaciones del tratado de paz con Japón y el diálogo sobre actividades económicas conjuntas en las Kuriles del Sur por lo que calificó como «posición hostil» de la otra parte en el contexto del conflicto en Ucrania.
Japón es uno de los países que condenaron en términos enérgicos la operación militar de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible.
Entre otras medidas, el Gobierno nipón inmovilizó casi cuatro billones de yenes, o unos 33.000 millones de dólares, que el Banco Central de Rusia tenía en el Banco de Japón. Esta suma representa un 6% de las reservas internacionales de Rusia.