TUNXI, CHINA — El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, cuestionó la sinceridad de Estados Unidos que dice buscar la estabilización en Afganistán.
«Suscita muchas dudas la sinceridad de la intención estadounidense de contribuir a la estabilización en Afganistán», opinó Lavrov al intervenir el 31 de marzo en la sesión plenaria de la tercera conferencia de los ministros de Exteriores de los países vecinos de Afganistán que se celebra en Tunxi, en la provincia oriental china de Anhui.
El canciller ruso calificó de «cínico» que EEUU haya embargado la mitad de los activos del Banco de Afganistán (DAB) con el pretexto de que hay que pagar compensaciones a familiares de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001, crimen con el que el pueblo afgano no tiene nada que ver. La inmovilización de estas reservas, señaló Lavrov, limita la capacidad del gobierno provisional de Afganistán para combatir el terrorismo y normalizar la situación.
El jefe de la diplomacia rusa supuso que toca a Occidente, como responsable directo de la desastrosa situación humanitaria en Afganistán y el deplorable estado de su economía, soportar el grueso de la carga financiera para superar la crisis.
«Pero Washington, como hemos visto en más de una ocasión, intenta evadir la responsabilidad por el futuro de nacionales y refugiados afganos, incluidos aquellos que han estado a su servicio y ahora han quedado atrapados, camino hacia EEUU, en países de tránsito», dijo.
Afganistán sigue sumergido en una profunda crisis, tras dos décadas de conflicto armado entre el movimiento talibán (en la lista de sanciones de la ONU, por terrorista) y gobiernos que se sustentaban en el apoyo militar de Estados Unidos y otros países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
A mediados de agosto de 2021, los talibanes tomaron Kabul precipitando la huida del presidente Ashraf Ghani y a principios de septiembre formaron un gobierno interino liderado por Mohammad Hassan Akhund, uno de los fundadores del grupo insurgente.