China desmiente la información de Reuters sobre la suspensión de proyectos energéticos en Rusia

China no pretende abandonar sus inversiones en el sector energético ruso pese a las sanciones. Tanto desde el Gobierno chino como desde el gigante Sinopec han desmentido la información publicada por la agencia británica Reuters y difundida por varios medios sobre la supuesta intención de suspender un multimillonario proyecto conjunto.

China Petroleum and Chemical Corporation (Sinopec) aseguró que el proyecto de una planta de conversión de gas natural en productos químicos en la región de Amur (Rusia) valorada por unos 11.000 millones de dólares «va bien» a pesar de las sanciones occidentales. La empresa conjunta —propiedad en un 40% de Sinopec y en un 60% de la rusa Sibur— se espera que entre en funcionamiento en 2024.

«Los proyectos y operaciones en Rusia de la compañía con sede en Pekín van sin problemas y no hay riesgo de deterioro [de los activos]», aseguró el presidente de Sinopec, Ma Yongsheng, en una sesión informativa.

La compañía de refinería de petróleo más grande de China ha defendido sus inversiones en Rusia asegurando que su beneficio neto de 2021 se duplicó con creces a su nivel más alto en una década.
De esta manera, la compañía refuta la reciente publicación de la agencia británica Reuters en la que se asegura, citando fuentes anónimas, que el gigante petroquímico Sinopec suspendió las conversaciones sobre la inversión, atendiendo a un supuesto llamado de cautela del Gobierno a medida que aumentan las sanciones.

Por su parte, el vocero del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin, también desmiente la información citada por Reuters asegurando que en ningún momento Pekín ha recomendado a sus gigantes energéticos reducir su participación en los proyectos energéticos en Rusia. «La cooperación entre China y Rusia no tiene barreras», expresó Wang Wenbin.

Las declaraciones llegan en el contexto de la visita del ministro de exteriores ruso, Serguéi Lavrov, a China para participar en la tercera cumbre de los países vecinos de Afganistán. Además de los ministros ruso y chino, participan también los responsables de la diplomacia de Pakistán, Irán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.