El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que las declaraciones del presidente estadounidense, Joe Biden, de que el presidente ruso, Vladimir Putin, «no puede permanecer en el poder» eran alarmantes y representaban un insulto a una persona.
Después del discurso de Biden en Varsovia, la Casa Blanca inmediatamente trató de retractarse de su declaración, diciendo que el presidente de los EE. UU. no apoyó un cambio de régimen en Rusia y solo sugirió que «no se puede permitir que Putin ejerza el poder sobre sus vecinos o la región».
«Es bastante alarmante, en primer lugar, es un insulto personal», dijo Peskov durante una entrevista con PBS Newshour el lunes.
La «metida de pata» de Biden fue duramente recibida dentro de Estados Unidos, con muchos ecos sensibles de la «Guerra Fría», mientras que otros dudaron abiertamente de las declaraciones oficiales que afirman que Estados Unidos no está promoviendo un cambio de régimen en Rusia ni en ningún otro lugar.
Los aliados europeos, incluidos Alemania y Francia, también se distanciaron del comentario de Biden, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió una retórica de reducción de escala.
Sin embargo, Biden dijo el lunes que no se retractaría de sus palabras y argumentó que estaba «expresando indignación moral» y no «articulando un cambio de política», y agregó que no cree que sus palabras conduzcan a una escalada.
Respecto a una posible reunión con Putin, también afirmó: «Depende de lo que él quiera hablar».
La «metida de pata» de Biden sobre Rusia no fue la única declaración confusa (por decir lo menos) que ha hecho en los últimos días. El presidente de EE. UU. también sonó como si fuera a enviar tropas a Ucrania para luchar contra los soldados rusos y que era posible que Washington usara armas químicas, lo cual Biden ahora niega, alegando que fue «malinterpretado».