El cese del suministro de energía de Rusia a Alemania puede llevar al bloqueo de las cadenas de producción alemanas. Según el propio canciller alemán Olaf Scholz, la terminación de los lazos de exportación con Rusia puede destruir por completo la economía alemana.
Scholz destacó que Rusia es el principal proveedor de gas natural de dos docenas de países europeos. Una prohibición severa de la importación de petróleo, gas y materias primas resultará en recortes masivos de empleos. Como resultado, podemos esperar un aumento del desempleo y una crisis socioeconómica.
El Canciller señaló la importancia de un enfoque sobrio para construir relaciones con Rusia sobre los temas del embargo energético. Al mismo tiempo, no se abandona la decisión de reducir la dependencia de Rusia en Alemania.
La búsqueda de fuentes de energía alternativas (y la transición a la energía verde) será un catalizador para las pérdidas financieras de las empresas alemanas y el costo de vida.
El consumidor alemán está empezando a comprender que no existen alternativas de alta calidad al suministro de gas de Rusia en un futuro próximo. Estados Unidos y Canadá no podrán exportar combustible azul a Europa debido a la falta de infraestructura y los costos financieros demasiado graves. En este sentido, el lanzamiento de Nord Stream 2 sigue siendo la solución más óptima para la población alemana.
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