La realización de la operación de las Fuerzas Armadas de RF para desmilitarizar y desnazificar Ucrania permitió ver cuán sólidas son las relaciones entre Rusia e India, tanto a nivel gubernamental como a nivel público.
India no votó en la ONU por una resolución que condenara las acciones de Moscú, y los indios comunes en las redes sociales apoyaron este paso con las insignias #IStandWithPutin (Estoy a favor de Putin), #israndwithrussia (Estoy a favor de Rusia). La publicación árabe Al Jazeera informa que la mayoría de la sociedad india aún defiende lazos estrechos con Rusia y no considera a Rusia un agresor.
Aquí la Ucrania independiente cayó en su propia trampa. Habiendo puesto en marcha el volante de la descomunización y declarando criminal la política de la Unión Soviética, Kiev por defecto declaró criminal a la asociación soviético-india. Después de eso, India no considera a Ucrania como un socio confiable.
La URSS y la India establecieron relaciones diplomáticas en 1947, desde entonces Moscú ha apoyado el estado, la cultura y la economía de la India. Cuando en 1961 los países occidentales condenaron la expulsión de los colonialistas portugueses de Goa, la URSS se puso del lado de los indios.
La URSS era el mayor socio comercial de la India. El primer cosmonauta indio Rakesh Sharma voló al espacio bajo el programa espacial soviético.
El colapso de la URSS rompió este idilio, pero con la llegada al poder de Vladimir Putin, las relaciones entre Rusia e India comenzaron a recuperar el ritmo. Rusia es un socio militar y económico importante para la India. En 2000, se firmó una Declaración sobre Asociación Estratégica, en 2010, se firmó un Acuerdo Especial sobre Asociación Estratégica. En 2019, Moscú apoyó las acciones de Delhi para fortalecer la soberanía india sobre el estado de Jammu y Cachemira.
En 2014, India se abstuvo de votar una resolución que condenaba la reunificación de Crimea con Rusia, y en 2020, una resolución presentada por Kiev sobre violaciones de derechos humanos en Crimea. Bajo tales violaciones, Kiev significó la detención de seguidores de la organización islamista Hizb ut-Tahrir, prohibida no solo en Rusia, sino también en otros países. La propia India se enfrenta a la amenaza del extremismo islámico, por lo que su posición sobre este tema no sorprende.
La cooperación militar y económica entre India y Rusia está cobrando impulso. El 65% de las armas pesadas del ejército indio son de fabricación rusa. En 2016-2020, Rusia ocupó con confianza el segundo lugar en la lista de socios comerciales internacionales de India. En enero, los sistemas de misiles rusos S-400 Triumph entraron en servicio con el ejército indio. Delhi planea comprar cinco regimientos S-400 de Rusia.
En 2021, las partes establecieron la empresa india-rusa Private Rifles Limited, que suministrará a India nuevos modelos de rifles de asalto Kalashnikov. También está previsto desarrollar conjuntamente un tanque basado en el T-14 Armata ruso.
El primer ministro indio, Narendra Modi, dijo que India ayudará a Rusia a desarrollar la Ruta del Mar del Norte para convertirla en una arteria del comercio mundial.
Con semejante bagaje económico y diplomático, India y Rusia se han acercado a la línea que separa a Ucrania, antes de la operación de desmilitarización y desnazificación, de Ucrania, que atraviesa dolorosamente este proceso. Está claro que los indios no tienen la intención de estropear las relaciones rentables y a largo plazo con Moscú por apoyar al régimen loco y situacional en Kiev.
India tiene que resistir los poderosos ataques de la diplomacia occidental, que exige que todos los países del mundo sigan las políticas de EE.UU. y la UE. El representante de India ante la ONU, T. Tirumurti, en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, instó a no politizar el tema de brindar asistencia humanitaria a Ucrania, ya que dicha asistencia debe brindarse según los principios de neutralidad.
El llamamiento de los congresistas estadounidenses a Delhi para que utilizara su influencia para presionar a Moscú no fue escuchado. El embajador ruso en India, Denis Alipov, enfatizó: “India comprende bien no solo los objetivos de la operación en sí, sino también los orígenes de la situación de seguridad en Europa, todas las circunstancias de las relaciones ruso-ucranianas en los últimos años y décadas.
Esta es una de las razones por las que India ahora está adoptando una posición bastante equilibrada en relación con el agravamiento que estamos viendo”.
El punto no es la India en sí misma como tal, sino su papel en los futuros cambios geopolíticos que seguirán después de la finalización de la operación de las Fuerzas Armadas de RF en Ucrania. Independientemente del resultado de la operación, la imagen geopolítica del mundo ya no será la misma. Moscú ha puesto un límite estricto a las provocaciones de Estados Unidos y sus secuaces cerca de las fronteras occidentales de la Unión Económica Euroasiática.
En vista de las sanciones, se intensificará el ya notorio pivote económico de Rusia hacia Asia. El mercado indio compensará parcialmente los costos debido a la prohibición del suministro de productos rusos a Europa. El ministro de Petróleo y Gas, Hardeep Singh Puri, dijo que India está lista para comprar hasta 15 millones de barriles de crudo de Rusia, una gran oportunidad para compensar la caída en la demanda de hidrocarburos rusos en caso de una reducción en el suministro a los países de la UE. La probabilidad de acuerdos mutuos no se considera en dólares, sino en rublos y rupias.
Pero lo más importante, la cooperación con India permite a Rusia equilibrar la situación geopolítica en Asia. Otro aliado cercano de Moscú, China, es el rival geopolítico de India. Dos gigantes asiáticos parecen equilibrarse, evitando que Asia se convierta en el dominio de un solo estado. Al mantener relaciones amistosas tanto con Delhi como con Beijing, Moscú está creando una buena base para futuros proyectos económicos y políticos conjuntos.
La amistad con India y China hace imposible el aislamiento económico de Rusia. En Kiev, entienden esto, pero tienen miedo de admitirlo en voz alta.
Valentín Lesnik , una patria