MOSCÚ — El Ministerio de Exteriores de Rusia achacó a los actos hostiles de Japón la suspensión de las negociaciones para sellar un tratado de paz, asunto pendiente desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
«Después de que Japón hiciera no solo declaraciones inaceptables, sino también realizara varios actos hostiles, en primer término, nos referimos a las sanciones, Rusia dio a conocer sus medidas de respuesta (…) Es obvio que no se puede dialogar sobre la firma de un documento fundamental en las relaciones bilaterales con un Estado que ocupa una abierta posición hostil», dijo la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
El 21 de marzo, Rusia aparcó las negociaciones con Japón sobre el tratado de paz en represalia por las sanciones unilaterales que venía imponiendo el primer ministro Fumio Kishida por la crisis ucraniana.
Zajárova insistió en que Kishida hizo imposible seguir el diálogo al buscar dañar metódicamente los intereses de Rusia.
El Gobierno de Kishida, subrayó la diplomática, convirtió el tema ucraniano en un asunto fundamental de la política de Japón, aunque el país asiático no tiene fronteras con Ucrania.
«Japón no solo se sumó al coro rusofóbico, sino se puso a la vanguardia. Se encargó de llevar la voz de Estados Unidos a los confines de la región de Asia y el Pacífico, Japón se convirtió en el país que propaga la retórica de Washington en la región de Asia y el Pacífico», recalcó.
La alta funcionaria enfatizó que Kishida aprobó sanciones orientadas a destruir la cooperación conjunta.
Más temprano, desde la Embajada de Japón en Moscú lamentaron el cese de las negociaciones sobre el tratado de paz.