Rusia acusó a los combatientes nacionalistas que operan en Ucrania de utilizar a los civiles como «escudo humano» y de ordenar a los militantes que luchan en Mariupol que se conviertan en «mártires».
Kiev ordenó «hipócritamente» a los batallones nacionalistas que abandonaran Mariupol en pequeños grupos disfrazados de civiles, dijo el lunes el jefe del Centro de Gestión de la Defensa Nacional de la Federación Rusa, Mikhail Mizintsev.
Según él, las autoridades ucranianas ordenaron a los batallones nacionalistas que utilizaran todos los medios disponibles para abandonar la ciudad disfrazados y vestidos de civil, incluso a través de corredores humanitarios.
«Y los bandidos inmediatamente comenzaron a cumplir esta orden», dijo Mizintsev. «El 20 de marzo, los terroristas del Batallón Azov mataron a los padres de dos niños menores de edad y, escondiéndose detrás de estos mismos niños, en un automóvil perteneciente a la familia, intentaron conducir a través del corredor humanitario en Zaporozhye, pero fueron identificados y detenidos de inmediato. por el ejército ruso, y los niños fueron salvados».
Continuó revelando que más de 60.000 residentes de Mariupol han sido rescatados y, después de llegar a Rusia, estas personas «hablan abiertamente sobre todas las atrocidades y crímenes masivos perpetrados por los nacionalistas».
«Todos ellos serán cuidadosamente investigados, los perpetradores serán encontrados y ciertamente recibirán el castigo merecido por las atrocidades que cometieron», dijo Mizintsev.
Más temprano, el domingo, el alto oficial militar dijo que Rusia estaba instando a Kiev a cancelar sus órdenes a los nacionalistas que luchan en Mariupol de sacrificarse y convertirse en «mártires». Según Mizintsev, los nacionalistas recibieron luz verde para utilizar a más de 200.000 residentes de la ciudad como «escudos humanos».
El Kremlin hizo un llamado a las organizaciones internacionales para que presionen a Kiev para exigir que los nacionalistas no se escondan detrás de las personas como escudos humanos y los liberen a través de corredores humanitarios organizados.
Rusia lanzó una operación militar en Ucrania con el objetivo de «desmilitarizar y desnazificar» al país vecino. Moscú subrayó que sus tropas apuntan solo a la infraestructura militar y no representan una amenaza para los civiles. Según el presidente ruso Vladimir Putin, el objetivo es proteger a la gente de Donbass, «que ha sido objeto de abusos, genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años».