«Degollar a todos los niños rusos»: ¿manifestación de nazismo en Ucrania o desesperación?

A pesar de que los medios de comunicación occidentales prefieren hacerse los ciegos a las manifestaciones de nazismo en Ucrania, son cada vez más horripilantes los llamamientos que hacen personalidades destacadas del país eslavo que buscan «degollar a todos los hijos y mujeres de Rusia».

Uno de los primeros en hacerlo fue el presentador de una de las principales cadenas de televisión ucranianas, el Canal 24, Fahrudin Sharafmal. Durante uno de los programas que conducía declaró que es imprescindible «degollar a todos los rusos y a sus hijos». Durante su emotivo discurso, el presentador citó la doctrina de un famoso ideólogo del Holocausto.

«Me permitiré citar las palabras de Adolf Eichmann, que dijo que para erradicar una nación, ante todo hace falta exterminar a los niños», dijo Sharafmal.

Pero el presentador no paró allí, e indicó que Ucrania no necesita paz, sino una victoria y que «si para la victoria hace falta degollar a todas las familias, seré el primero en hacerlo». Dijo que mientras los militares están limitados por las leyes internacionales, el pueblo ucraniano no lo está, así que puede hacerlo.
Para finalizar, Sharafmal proclamó que luchará para que «no quede ni un solo ruso en la Tierra». También expresó la esperanza de que si los ucranianos tendrán esta oportunidad de degollar, estrangular y matar, todos contribuyan y maten al menos a un ruso.
A pesar de estas extremas declaraciones, que en esencia hacen un llamamiento al genocidio, los dirigentes de la cadena no consideraron necesario que se retractara o penalizar al presentador. Ante esta inacción por su parte, así como las citas de ideólogos del Holocausto y llamamientos a exterminar una nación entera, es sorprendente que digan que el nazismo no existe en el país.
Lo confirma el hecho de que no solo presentadores de televisión pueden emitir a las masas estos llamamientos, sino incluso los altos mandos militares, como ha sido el caso del jefe de servicios fronterizos de Ucrania, Serguéi Deineko, quien hizo unas declaraciones similares en su cuenta de Facebook.

Captura de pantalla de las declaraciones de Serguéi Deineko
 
«Haré todo para tener mañana toda la información sobre los militares rusos [que combatieron a las afueras de Járkov]: sus rangos, direcciones de residencia, sus familias, fotos, etc. Prometo que todos ellos serán asesinados. Serán asesinadas sus esposas, sus hijos, sus padres, hermanos, hermanas. ¡Todos! Los
mataremos a todos. La cuenta atrás ya comenzó: vamos a por ustedes,», dijo el alto mando.
 
Sin embargo, si alguien piensa que semejantes declaraciones hechas por funcionarios y por personalidades famosas sorprenden a alguien en la sociedad ucraniana, está equivocado. Y es que tales iniciativas ya se hacían públicas mucho antes del inicio de la operación militar en Ucrania.
 
Así, en 2014 una llamada telefónica filtrada dejó en evidencia la verdadera cara de los principales funcionarios de Ucrania. Se trataba de la conversación de la ex primera ministra y diputada de Ucrania, Yulia Timoshenko, con el exsubsecretario del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, Nestor Shufrich.
En su conversación, los interlocutores manifestaron que estaban dispuestos a eliminar a cualquier partidario de que se conserve el ruso como uno de los idiomas oficiales en Ucrania. Paradójicamente, los dos llevaban la discusión en ruso.
 
«Hay que agarrar las armas e ir y matar a estos malditos rusos. Yo encontraría una manera de matarlos. Emplearé todas mis conexiones y animaré al mundo entero para que de Rusia no quedé más que la tierra quemada», dijo Timoshenko.
Su interlocutor tampoco se quedó corto en las declaraciones.
 
«Te diré lo siguiente: soy un aliado tuyo. (…) Vitya me preguntó: ¿y qué hacemos los ocho millones de rusos que quedan en Ucrania [después de la reunificación de Crimea]?», se preguntó Shufrich.
 
Pero Timoshenko ya tenía una respuesta civilizada: «Aniquilarlos a todos con armas nucleares».
A uno solo le queda preguntarse si las declaraciones actuales, que no recibieron ninguna crítica por parte de las autoridades, y las que se hacen eco desde hace muchos años, son un indicio de las inclinaciones fascistas de ciertos estratos de la población, o desesperación ante la impotencia ante un proceso de desnazificación que ha sido anunciado como uno de los principales objetivos de la operación militar especial en Ucrania.