Moscú tiene un mayor margen de seguridad que Bruselas, dijo un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
Moscú está lista para un vigoroso enfrentamiento en el sector energético si la UE sigue adelante con sus planes de abandonar el gas, el petróleo y el carbón rusos, dijo un funcionario de alto rango del Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Rusia sigue siendo un proveedor fiable [de recursos energéticos]; un garante de clase mundial de la seguridad energética”, dijo a Interfax Nikolay Kobrinets, quien dirige el Departamento de Cooperación Europea, el sábado.
“Valoramos esta reputación, pero estamos listos para un duro enfrentamiento en el sector energético, si es necesario”, dijo.
La UE “definitivamente no se beneficiará” de tal confrontación porque “nosotros [Rusia] tenemos un mayor margen de seguridad y nervios más fuertes”, insistió el funcionario de la Cancillería.
A principios de esta semana, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se quejó de que la UE era «demasiado dependiente de los combustibles fósiles rusos y, en particular, del gas». Prometió presentar un plan a mediados de mayo que permitiría al bloque dejar de usar combustibles fósiles rusos para 2027 mediante la optimización y descarbonización del mercado energético.
La declaración de Von der Leyen se hizo en medio de una ofensiva rusa en curso en Ucrania, que fue recibida con una condena internacional generalizada y sanciones draconianas contra Moscú. El Kremlin insiste en que tuvo que enviar tropas al país vecino para “desmilitarizar” y “desnazificar” al gobierno de Kiev, y para evitar lo que llamó el “genocidio” perpetrado por Ucrania contra civiles en las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk.
Kobrinets señaló que, según los propios datos de la Comisión Europea, la UE obtiene el 45 % del gas, el 25 % del petróleo y el 45 % del carbón de Rusia. “Así que Bruselas tiene que entender su vulnerabilidad”, señaló.
Sin embargo, a juzgar por las declaraciones provenientes del bloque, pretende lograr la independencia energética de Rusia “a cualquier precio”, dijo. Y este precio “no lo tendrán que pagar los principales burócratas de la UE, sino los contribuyentes europeos comunes”.
Según Kobrinets, los planes de Bruselas “no son demasiado racionales” desde el punto de vista económico. “Ya hay turbulencia en los mercados energéticos mundiales, si no pánico”.
“Se desconoce qué tan alto se dispararán los precios. Pero ya está claro que la UE tendría que pagar el triple del precio del gas, el petróleo y la electricidad, si no más. Pero es su elección”, dijo.