Los cancilleres de Rusia y Ucrania, Serguéi Lavrov y Dmitro Kuleba, se reúnen con el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, en el hotel ‘Belek Regnum Karya’ en la ciudad de Antalya.
Turquía espera paz y estabilidad
El Ministerio de Exteriores de Turquía expresó la esperanza de que las negociaciones entre los cancilleres de Rusia y Ucrania permitan traer la paz y estabilizar la situación.
«Esperamos que [esta reunión] traiga paz y estabilidad», publicó el organismo en su cuenta de Twitter.
Anteriormente, el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, comunicó el 4 de marzo que Ankara propone organizar un encuentro de los cancilleres de Rusia y Ucrania en el marco del Foro Diplomático de Antalya, con el consentimiento de ambas partes.
El foro se va a desarrollar del 11 al 13 de marzo.
Kuleba planea debatir cese del fuego y situación humanitaria
Kuleba señaló los temas básicos del debate que sostendrá con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov: el cese del fuego, el mejoramiento de la situación humanitaria en las ciudades y la retirada de las tropas de Rusia, informó la Cancillería ucraniana.
«Kuleba señaló tres puntos básicos en que insistirá durante la reunión tripartita con Lavrov: el cese inmediato de las hostilidades, el mejoramiento de la situación humanitaria en Mariupol, Jarkov, Sumi, Volnovaja y otras ciudades de Ucrania y la retirada de las tropas rusas», comunicó la Cancillería ucraniana en Facebook.
El ministro al arribar a Antalya se reunió con Cavusoglu, las partes debatieron los pasos a dar para lograr el cese de las operaciones de combate en Ucrania, agregó.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció el 24 de febrero el lanzamiento de una «operación militar especial» en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.