Pyongyang ha afirmado que podrá rastrear los movimientos militares estadounidenses con su nueva herramienta de reconocimiento.
Corea del Norte ha afirmado que su nuevo sistema de satélites podría alertar a Pyongyang de las maniobras militares de Washington, Seúl y Tokio en la región en “tiempo real”.
En un comunicado emitido el jueves por la agencia estatal KCNA del país, el líder norcoreano, Kim Jong-un, reveló el propósito final detrás del nuevo satélite, que Pyongyang afirmó haber probado dos veces en el último mes.
El satélite, una vez puesto en órbita, proporcionaría al ejército de Corea del Norte «información en tiempo real sobre las acciones militares contra él por parte de las tropas de agresión del imperialismo estadounidense y sus fuerzas vasallas en Corea del Sur, Japón y el Pacífico», dijo Kim, como reportado por KCNA.
Al elogiar las virtudes de la nueva herramienta de espionaje, Kim alegó que el satélite está equipado con “equipos de fotografía de alta resolución”, prometiendo poner en órbita “muchos” de estos dispositivos en los próximos cinco años.
El líder norcoreano insistió en que Pyongyang vigilará los movimientos de tropas estadounidenses para proteger al estado aislado de un posible ataque militar de Washington y sus aliados en la región. Kim argumentó que el proyecto del satélite, una vez completado, permitiría a su país “distinguir el carácter de las acciones militares hostiles contra la RPDC” y “mejorar la capacidad de reacción rápida de las fuerzas armadas”.
Corea del Norte había afirmado previamente que llevó a cabo con éxito dos lanzamientos consecutivos de su «satélite de reconocimiento» el 27 de febrero y el 5 de marzo, y el último elevó el número de pruebas de misiles de Pyongyang a nueve desde principios de año.
Washington, Seúl y Tokio han denunciado el aumento de la actividad de misiles de Corea del Norte, alegando que las pruebas recientes involucraron misiles balísticos y pueden servir como preparación para un misil balístico intercontinental (ICBM) o una prueba nuclear por parte de Pyongyang.
El miércoles, el ejército de EE. UU. anunció que impulsaría sus propias operaciones de vigilancia y reconocimiento en el Mar Amarillo, ubicado entre China y la península de Corea, y que colocaría sus fuerzas de defensa contra misiles balísticos en el área en un estado de preparación más alto.