The Coca-Cola Company y PepsiCo se unieron al éxodo de empresas internacionales que cerraron sus operaciones en Rusia debido a la guerra en Ucrania, suspendiendo sus negocios en el país en medio de una creciente presión pública sobre las corporaciones para que castiguen a Moscú.
Coca-Cola anunció su decisión en un comunicado de tres oraciones el martes, diciendo: “Nuestros corazones están con las personas que están soportando los efectos desmesurados de estos trágicos eventos en Ucrania. Continuaremos monitoreando y evaluando la situación a medida que evolucionen las circunstancias”.
Minutos después siguió una declaración del principal rival de Coca-Cola, PepsiCo, diciendo que las ventas de sus marcas de refrescos se suspenderían en Rusia. PepsiCo también está cerrando sus inversiones de capital y publicidad en Rusia, pero la compañía dijo que sus ventas de «esenciales diarios» como leche y fórmula para bebés continuarán por razones humanitarias.
PepsiCo señaló que ingresó al mercado ruso en el apogeo de la Guerra Fría y «ayudó a crear un terreno común entre los Estados Unidos y la Unión Soviética». Sin embargo, agregó la compañía, “dados los horribles eventos que están ocurriendo en Ucrania, estamos anunciando la suspensión de la venta de Pepsi-Cola y nuestras marcas globales de bebidas en Rusia”.
Al mantener en funcionamiento el lado alimentario de su negocio, PepsiCo dijo que apoyará los medios de subsistencia de sus 20.000 empleados rusos y los 40.000 trabajadores agrícolas en su cadena de suministro rusa. “Mi corazón está con todos aquellos que están atrapados en medio de este conflicto mortal”, dijo el director general Ramón Laguarta. “Como sucede con tanta frecuencia, la guerra está cayendo con más fuerza sobre los inocentes. La guerra nunca es la respuesta, y nos unimos a quienes piden una resolución rápida y pacífica”.
Las declaraciones se produjeron pocas horas después de que el gigante estadounidense de comida rápida McDonald’s anunciara que cerraría temporalmente todos sus puntos de venta en Rusia. Al igual que Coca-Cola, McDonald’s insinuó la posibilidad de tomar medidas adicionales y dijo que monitorearía la situación para determinar si se requieren más medidas.
Coca-Cola, PepsiCo y McDonald’s se encuentran entre las corporaciones multinacionales que se han enfrentado a una creciente presión pública para abandonar Rusia por la invasión de Ucrania por parte de Moscú. Las empresas se han enfrentado a críticas públicas, amenazas de boicots y presiones de los inversores para que detengan sus operaciones en Rusia.
Cientos de empresas occidentales ya se han retirado de Rusia. Mientras que algunos esperan reabrir sus negocios rusos en algún momento, otros se han retirado de forma permanente. Por ejemplo, las principales compañías petroleras Exxon Mobil, BP y Shell han abandonado miles de millones de dólares en activos rusos.
Los refrescos Coca-Cola se introdujeron por primera vez en Rusia en 1979, y la compañía inició un gran impulso en el país en 1991. Tiene grandes operaciones de embotellado en todo el país. De hecho, su planta más grande de Europa del Este se encuentra en la región de Rostov. La compañía también ha sido patrocinadora de importantes eventos en Rusia, como la Copa del Mundo de 2018 y los Juegos Olímpicos de Invierno de 2015 en Sochi.