MOSCÚ — El asesor del presidente ruso y jefe de la delegación de Rusia en las negociaciones con Ucrania, Vladímir Medinski, acusó a los combatientes ucranianos de usar a civiles como escudo humano.
Para el 7 de marzo, según él, la parte rusa había preparado 400 autobuses para evacuar a civiles, pero estos vehículos «permanecieron vacíos todo el día».
«Respetamos el régimen [del alto el fuego] entre 5 y 7 horas diarias, sin que nadie haya salido de las ciudades», dijo
Medinski en una entrevista con el canal de televisión RT.
El funcionario agregó que los combatientes ucranianos usan a civiles «en calidad de escudo humano».
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció el 24 de febrero el lanzamiento de una «operación militar especial» en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania.
El mandatario ruso pidió a uniformados y civiles en Ucrania que no opongan resistencia a esa operación, y advirtió de que Rusia responderá de inmediato a cualquier fuerza externa que le amenace o se ponga en su camino.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo el 7 de marzo a Reuters que Rusia podría parar la operación «al instante» si Ucrania se pliega a sus condiciones, entre las que mencionó garantías constitucionales de la neutralidad, así como el reconocimiento de las repúblicas del Donbás y de la soberanía rusa sobre Crimea.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Del 24 de febrero al 6 de marzo, las hostilidades en Ucrania causaron la muerte de 406 civiles y dejaron heridos a otros 801, según la ONU; más de 1,5 millones de ucranianos buscaron refugio en los países vecinos.
El 3 de marzo, el Ministerio de Defensa reveló que 498 efectivos rusos perdieron la vida y 1.597 resultaron heridos desde el comienzo de la operación especial; las bajas militares del lado ucraniano, según la misma fuente, ascienden a más de 2.870 muertos y unos 3.700 heridos.
Numerosos países condenaron la actuación de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible.
El 7 de marzo por la noche, después de concluida la tercera ronda de negociaciones entre las delegaciones de Rusia y Ucrania, las autoridades rusas declararon un alto el fuego a partir de las 7:00 GMT del 8 de marzo para que civiles de Kiev, Járkov, Chernígov, Sumi y Mariúpol puedan evacuarse por corredores humanitarios que conducen hacia el territorio de Rusia o hacia ciertas localidades de Ucrania.