MOSCÚ — Las Fuerzas Armadas de Rusia destruyeron más de 2.000 objetivos militares en lo que dura su «operación especial» en el territorio de Ucrania, comunicó el Ministerio de Defensa.
El portavoz de la institución, general mayor Ígor Konashénkov, precisó que «en el transcurso de la operación se han destruido 2.037 objetivos», entre ellos 71 puestos de mando y centros de comunicaciones, 98 sistemas de misiles antiaéreos, 61 radares, 66 aviones en aeródromos y 16 más en el aire, 708 carros de combate y blindados, 74 lanzacohetes múltiples, 261 sistemas de artillería y morteros, 505 vehículos militares y 56 drones.
Konashénkov mencionó aparte que «un ataque lanzado con armas de alta precisión destruyó en la jornada de ayer, 4 de marzo, en el recinto de una unidad militar de Zhitómir, un depósito en el que se almacenaban los misiles antitanque Javelin y NLAW».
Las tropas rusas, según él, continúan su ofensiva en un frente amplio y tomaron el 4 de marzo 10 localidades.
También los militares de la República Popular de Donetsk (RPD) avanzaron 27 kilómetros y «siguen cerrando el cerco en torno a Mariúpol», según el Ministerio de Defensa ruso.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció el 24 de febrero el lanzamiento de una «operación militar especial» en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania.
El mandatario ruso pidió a uniformados y civiles en Ucrania que no opongan resistencia a esa operación, y advirtió de que Rusia responderá de inmediato a cualquier fuerza externa que le amenace o se ponga en su camino.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Del 24 de febrero al 3 de marzo, las hostilidades en Ucrania causaron la muerte de 331 civiles y dejaron heridos a otros 675, según la ONU; más de 1,2 millones de ucranianos buscaron refugio en los países vecinos.
El 3 de marzo, el Ministerio de Defensa reveló que 498 efectivos rusos perdieron la vida y 1.597 resultaron heridos desde el comienzo de la operación especial; las bajas militares del lado ucraniano, según la misma fuente, ascienden a más de 2.870 muertos y unos 3.700 heridos.
Numerosos países condenaron la actuación de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible.
EEl 3 de marzo, las delegaciones de Rusia y Ucrania celebraron una segunda ronda de negociaciones en la que acordaron establecer corredores humanitarios, con posibilidad de un alto el fuego temporal para permitir la evacuación de civiles.