El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, rechazó el viernes los pedidos de sanciones energéticas inmediatas contra Rusia, argumentando que tal acción dañaría a los estadounidenses más que a Moscú.
Después de que un reportero le preguntó cómo los países occidentales podrían «vencer a Putin» cuando le pagan a Rusia «hasta 700 millones de dólares al día en petróleo, gas y carbón», y si Estados Unidos consideraría implementar sanciones energéticas, Blinken dijo que si bien «nada está fuera de la mesa”, se supone que las sanciones “tendrán el máximo impacto en Rusia y Putin mientras minimizan el daño para nosotros y nuestros aliados y socios
El secretario de Estado explicó que el “efecto inmediato” de las sanciones energéticas contra Rusia sería “aumentar los precios en las gasolineras para los estadounidenses” y “rellenar las ganancias rusas con precios en aumento”.
Desde la toma de posesión de Joe Biden el año pasado, los precios de la gasolina en los EE. UU. han seguido aumentando. Si bien el presidente reconoció en noviembre que los precios de la gasolina eran «demasiado altos», culpó a Rusia y la OPEP por su «negativa» a aumentar la producción y ayudar a reducir los precios para los estadounidenses.
Aunque Blinken rechazó las sanciones directas a la exportación, al menos por ahora, dijo que la Casa Blanca tenía «un gran interés» en «degradar el estatus de Rusia como proveedor líder de energía» y afirmó que actualmente estaba trabajando para acabar con la «dependencia de Occidente de la energía rusa». .”
El viernes, el Departamento de Comercio de EE. UU. anunció que tomaría medidas para apuntar al sector de refinación de petróleo de Rusia, revelando «nuevos controles de exportación estrictos».
El departamento dijo que estaba imponiendo “restricciones estrictas a una amplia variedad de artículos necesarios para refinar el petróleo” y apuntando a 91 nuevas entidades, incluidas aquellas con sede en el Reino Unido, España y Singapur.
Las potencias occidentales han impuesto una serie de sanciones contra el gobierno, los bancos, las empresas y las personas de Rusia en represalia por la ofensiva militar de Moscú en Ucrania. Si bien Rusia ha declarado sus objetivos como la «desmilitarización» y la «desnazificación» del país, Kiev ha acusado a Rusia de invadir el país sin provocación.